jueves, 9 de agosto de 2012

¿Por qué tanta competitividad insana?

Muy buenas tardes a todos/as. Supongo que estareís en la sombra, en la piscina, en la playa, ó en casa con todas las ventanas cerradas para no dejar entrar ni un solo rayo de Sol. Temperaturas muy altas, que han llegado a los 45 grados en el sur peninsular, y que aquí, en la Comunidad Foral, "sólo" llegaremos a alcanzar los 40 grados positivos.

Terminando la semana, a un sólo día para dar la bienvenida al fin de semana, logro sacar un tema del baúl de los recuerdos. Y digo, ciertamente, del baúl de los recuerdos, ya que los conceptos que titulan el post de hoy, competitividad e insana, los nombré en mi primer post, allá por Febrero, cuando "Crecer en tu vida" era un proyecto a punto de nacer.

A más de seis meses de su creación, vuelvo a hablar del por qué de la competitividad insana, y del por qué, también sea dicho, de la frialdad y desesperanza que habita la sociedad en pleno Siglo XXI.

Hoy comentaba con mis tios, Jesús Mari e Ignacio, la realidad por la que está pasando el país, y las consecuencias nefastas que está teniendo en la sociedad, en la sociedad de valores. Ellos me comentaban la capacidad, la gran capacidad de sacrificio que tenemos que hacer todas las familias por salir adelante, y de la dificultad a la que vamos a ser sometidos para acceder a un puesto de trabajo acorde con nuestro perfil.

Para mí es un auténtico paradigma. Hoy en día tenemos que agradecer tener un puesto de trabajo, ya que la situación nos impide pedir mucho más. Lo primero de todo, agradecidos, a lo que estoy al 100 % de acuerdo con mis tios. Lo segundo, valorar el presente acorde con tu pasado. El futuro a largo plazo no existe, sólo el mañana, ¿por qué?, porque no hace falta gastar energía en condicionamientos vanales que nos restan fuerza para luchar y trabajar por el hoy, y por el mañana más cercano.

¿Por qué os digo esto?: muy sencillo.

Cuando accedes a un trabajo por primera vez, has tenido que pasar varias selecciones hasta que finalmente eres elegido por la propia empresa. Si decides seguir adelante, existe una cierta reciprocidad que se crea con la empresa con el tiempo. Me entendereís muy pronto: el que algo quiere, algo le cuesta. Por supuesto.

Todos los días son exámenes. Exámenes de conciencia, exámenes profesionales, exámenes de comportamiento y de actitud. Antes de ir a la cama, haz un exámen, o por lo menos un pequeño análisis de lo que ha sido el día para tí, y lo que ha supuesto en todos los aspectos. Si hay algo que tienes que mejorar, ó que no ha sido de tu agrado, modifícalo, y en menos de 24 horas, corrígelo de cara a empezar la jornada con las pilas cargadas de tranquilidad, energía y ganas de trabajar.

La actual coyuntura económica no permite a la mayoría de los jóvenes incorporarse de manera inmediata en el terreno laboral. Es duro, y muchas veces ganará el pesimismo al optimismo, pero con sólo mirar a tu alrededor, tienes que ser consciente que no es una situación personal, sino global, y que de manera individual debes luchar cada día por cumplir tus objetivos tanto profesionales como personales, y no quedarte abatido/a en el sofá. Eso nunca.

Por supuesto que todos/as necesitamos un descanso, pero en la actividad radica la clave de poder afrontar cada día con ilusión y alegría. Existen muchas actividades y tareas por hacer, por lo que eres un pilar fundamental para lograrlas. Ánimo.

Competitividad y trabajo son dos conceptos que van de la mano, pero nunca debes confundirlos y llevarlos al extremo, ya que cuando la primera se transforma o la transformas en insana puede ser perjudicial para tí y para el ejercicio diario que realizas.

¿El por qué?, no hay una sola respuesta. Sólo verdad y trabajo.

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