domingo, 2 de diciembre de 2018

Cuando necesitas un poco de tiempo ...



El mirar atrás tiene consecuencias en el propio ser humano, o bien para recordar gratos momentos con la familia, con los amigos, con tu pareja e hijos, o bien para pensar en lo que no tienes que volver a hacer, hablar o actuar. El pasado nos sirve para mejorar, viéndolo con cierta perspectiva, para crecer como personas. Cada día es un exámen de conciencia. Pensar con quien no has sido justo, leal u honesto, y recapacitar. Tengo claro que el dialogo es la mejor herramienta con la que contamos. La palabra y el tiempo bien emparejadas son la solución.

Un problema no debe ser resuelto al momento. Necesita de tiempo para calmar, madurar y responder. Tiempo para enfriar las cabezas. Tiempo para pensar si merece la pena hacerlo o no. Para recapacitar sobre la persona, sobre tus palabras, sobre las suyas.

En primera persona he vivido lo que es enfadarte con alguien, y aunque duela, lo beneficioso para ti, es el tiempo, la espera y el silencio. Un día te despiertas y con una simple nota de humor, todo ha cambiado y comenzáis otra etapa juntos. Cuando te ocurre, es sencillo verlo desde la perspectiva del cambio. Desde el punto de vista de que se ha solucionado y ese tiempo y esas palabras no dichas, fueron la mejor respuesta para recomenzar de nuevo.

Necesitamos despejarnos de ciertos recuerdos y vivencias, darnos un tiempo, pensar, recapacitar y hacerte ver cuan importante es para ti. Cuan soledad o tranquilidad deja en ti ese paso del tiempo sin esa persona. Esa es la respuesta que necesitas. Y en cambio, eres consciente de que contigo también los hacen. La vida y sus multiples caminos que hacen que no sabrás cuando, vuelves a encontrarte con esas personas.

Todas las épocas no son las mismas. Hay épocas que necesitas mas tiempo para ti, y otras en cambio te sobra energía para dar. Te sobran horas y palabras para ofrecer. Pero no todos los días ni semanas son iguales. Hay temporadas en las que por trabajo o por asuntos familiares, prefieres desconectar de una forma no intencionada e indirecta. No es algo premeditado. Simplemente la vida te lo ha puesto así. Son decisiones que se toman sin pensar. Es el devenir de la propia existencia.

Conozco personas que se han sumergido en el deporte, en aprender idiomas, en estudiar otras materias, en la lectura, para de esta forma invisibilizar su existencia y poder caminar de otra manera por la vida. Son maneras de "olvidar" tu vida, y apropiarte de muchos "yoes", para poder seguir adelante.

A veces caminar, pasear, irte a correr por el campo, puede ser el mejor bálsamo para un día negro. Respirar, solo, pensar en lo que has conseguido, detenerte en pensar si lo que estas haciendo ahora te lleva a lo que piensas conseguir en el futuro. Si estas creando un yo donde tu conciencia manda, o estás recreando otra vida, otro yo, el esperado por la sociedad. Porque el día que dejes este Mundo, sólo tu lo habrás vivido. Sin pensar en el qué dirán. Somos conscientes del daño que pueden hacer en nosotros, y lo hacen, pero debemos pensar que los insultos, las palabras escondidas, las malas miradas, no suman en tu vida. Tu mismo sabes a quién tienes al lado. Eso es lo importante. Quien no te deja nunca, quien te da la mano, y quien responde a tus anhelos.

Los tiempos de espera son el mejor aprendizaje del ser humano. A la mañana siguiente lo ves todo diferente. Relativizas, piensas y perdonas. Pero nos han dado una herramienta que en ocasiones puede ser un alma de doble filo para los humanos. El no olvidar. A veces el olvidar, hace que perdones mas, que crezcas, que mires de otra forma. Ellos no van a cambiar, pero tu vida es tuya. La vives como quieres con tus errores, pero la vives tú. Yo nunca te juzgaré como no quiero que juzgues la vida. Anima y ayuda para sumar, para sacar una sonrisa, y aconseja si te lo piden con respeto y determinación.

No somos robots, y si nos han dado el don de la palabra y de la escucha, utilicémoslo mucho mas de lo que lo hacemos. Vivamos la vida que queramos y podamos vivir. Y eliminemos las barreras que en ocasiones nos hacen no seguir adelante.