viernes, 26 de mayo de 2017

Los que se van, y los que vuelven




Si a tí, te escribo a tí que te fuiste,
que hiciste las maletas con lágrimas en los ojos.
Que no querías, pero tu sueño en el lugar que te vió nacer
no tenía lugar ni sentido.
 
No querías abrazar a tus padres, a tu hermano.
A tu pareja, a los pocos amigos que te acompañaron en el aeropuerto.
Ibas con mucho miedo, no parabas de llorar en el avión.
 
No sabias que te ibas a encontrar.
No sabias si ibas para un mes, para medio año, e incluso,
si te volvías a la semana.
 
Pero tocaste suelo extranjero,
no lo besaste como hace el Papa,
pero te sentiste solo.
Como aquel niño que despide a los padres en su primer día de colegio.
 
Tu cuarto era tu casa,
era tu refugio, el único lugar donde eras tú.
Y la vida tenia que comenzar.
El trabajo en ese bar no era el mejor,
12 horas seguidas por 700 euros te hacia creer en el sueño español.
Pero no era tiempo para volver.
 
Cuando pensabas que no podía ser peor,
entrar en esa casa donde la dueña era peor que Satanás,
fuiste consciente de que aquel que no anda, no persigue su objetivo.
 
Con ganas de volver, decidiste que la vida no era fácil,
nadie dijo que lo iba a ser, y decidiste seguir.
Por tí sobre todo. Por las despedidas, por el trabajo,
y por tu orgullo.
 
Aquel orgullo que hizo que aceptaras tu primer trabajo,
tu trabajo de lo que estudiaste, o de lo que se le parecía.
Ese primer dia hizo que lo anterior tuviera sentido.
Ese sentido que hace que cumplas tu séptimo año como extranjero.
Como residente en un país que no es el tuyo, y con una mini familia creada para tí.
 
Soñaste con un presente mejor,
pero aun no ha acabado el juego.
 
Porque 8 años mas tarde piensas en que la vida no iba en serio,
pero no quieres seguir jugando al extranjero perdido.
Y porque añoras tu país, su gente, sobre todo a tu familia y amigos.
Tus pintxos, el sol, la cerveza. Todo lo que te ofrece tu ciudad.
 
Porque todo fin es el comienzo de otra vida.
Porque jamás se debe ver como derrota lo que te ha sumado como persona.
Lo que ha hecho que seas quien eres,
y que seas capaz de mirarte al espejo con orgullo.
 
Porque cerca de casa, ya estás en tu hogar.
Ya estás con los que te echamos en falta dia a dia.
Estás en tu casa
 
 
 
Mensaje y homenaje dirigido a los que tuvieron que irse de España a trabajar en el extranjero. Por decisión propia, por buscar nuevos horizontes, ...
 
Valientes, decididos y fuertes.


martes, 23 de mayo de 2017

Sí, yo lo he hecho





Por supuesto que hemos mentido, que hemos dicho lo que no pensábamos, que hemos sido falsos en ocasiones. Hemos criticado con nuestros amigos y nos hemos reído de circunstancias de la vida. Me incluyo en el grupo de los cotillas, de los que vemos Gran Hermano 17, 18, y hasta 80 si hace falta. De los que nos tragamos las películas de Antena 3 de los sábados por la tarde, que sabemos que son malas, pero enganchan. Que siempre conocemos quienes son los malos, quien va a morir, y quien es la amiga perversa que se lía con el novio de la amiga.
 
Comemos de borrachera, e incluso nos convertimos en auténticos Masters Chefs con el nivel de alcoholemia que llevamos al volver a casa. Pensamos que hemos dejado la cocina limpia, y al despertar parece la casa de Jumanji al terminar la película.
 
Nos hemos caído frente a la persona que nos gustaba. Hemos hecho el ridículo en la calle, hemos tirado cosas en el supermercado, hemos metido la mano en  el cajetín de los devueltos de la ORA.
 
Hemos sido capaces de recorrer medio mundo exagerando, para salir de fiesta sin que se enteraran tus padres. Anécdotas varias que ni el mas meticuloso culebrón venezolano. Hemos tenido situaciones embarazosas en la vida. En la calle, en el primer día de trabajo, en el segundo e incluso en el tercero.
 
Somos muy tontos cuando nos juntamos con nuestros amigos. Aunque no digamos nada en serio, en realidad nos lo estamos diciendo todo. Disfrutamos, reímos, bailamos, lloramos, nos quejamos, cagamos, meamos, somos HUMANOS.
 
Y no podemos permitir que nadie deje que nosotros los jóvenes no sigamos viviendo como queramos. Sin hacer daño a nadie. Pero somos el FUTURO, y nos lo curramos. Y somos serios, trabajadores, con el mayor curriculum de la historia de nuestros antepasados aunque por desgracia en ocasiones sirva para que tu madre farde de hijo con las amigas. Pero somos PERSONAS, y no toleraremos jamás que nadie diga que los JOVENES DE HOY EN DIA NO SERVIMOS PARA NADA.
 
Porque somos una generación formada, intelectual y socialmente, porque nos involucramos con los problemas de verdad sin el amparo de la billetera de nuestros padres. Porque nos indignamos ante las injusticias, y porque también hemos sido capaces de dejar nuestras familias, nuestras amistades, nuestras vidas en definitiva, para sentirnos personas, para trabajar, y para hacernos valer fuera de nuestras fronteras.

Por ello, a todos los que luchamos diariamente como locales o fuera de casa, os digo QUE VALEMOS ORO, Y DEBEMOS SER CONSIDERADOS CON NOSOTROS MISMOS CADA DIA.
 


miércoles, 17 de mayo de 2017

¡Qué ganas tenia de decirlo!





Nunca en la vida sabes como vas a reaccionar ante un enfado, una discusión, una noticia sorpresa, no sabes. Igual te piensas que vas a actuar de una forma determinada, y actúas de la contraria.
 
Lo que si es cierto es que el ser humano no está preparado para una situación difícil. Sea un fallecimiento, una enfermedad larga, un accidente, no sabemos como nuestro cuerpo y nuestra mente van a reaccionar.
 
Te piensas una persona débil, sensible, frágil, y sacas lo mejor de ti mismo para sobre todo, dar fuerzas a tu entorno. ¡Qué no te vean flaquear!, decían. Es muy fácil dar ánimos cuando no eres el afectado. Pero no es sencillo. Porque seguramente cuando se da una impresión y una cara de fortaleza en público, estés derrumbado por dentro. Aunque por fuera seas un resorte para la humanidad. ¡Cual David de Miguel Ángel!.
 
La familia, tu pareja, los amigos, te pueden decir misa, pero hay momentos que te sientes tan solo, que ni siquiera la compañía te hace nada. Piensas que no hay solución en la vida. Buscas en ti y encuentras tristeza. Te sientes abandonado por la vida. Y no es nada fácil. Porque aun pareciendo tigre, no eres mas que una pequeña mosca. Un símil animal que hace que se vea que por mucho que ayudemos, es la propia persona la que tiene la llave para salir de una situación difícil.
 
Es lo mas triste que te puede pasar en la vida. No lo superas hasta que lo cuentas y no sufres. Hasta que incluso puedes reírte de ello. Una situación de tristeza, de ansiedad no se pasa tan rápido, y lo malo es que no sabes si lo superas hasta que sientes que esa losa no te hunde cada dia mas.
 
No me atrevería jamás a cuestionar, dudar, lo que las personas hacen o dejan de hacer. Porque cada uno actuamos según nos parece, otra cosa es nuestra opinión acerca de ellas, pero eso queda en mí.
 
No pensemos que lo sabemos todo, pero tampoco dejemos engañarnos. Porque la vida es mucho mas fácil si queremos que lo sea.
 
Feliz semana de Mayo.
 


jueves, 11 de mayo de 2017

La conciencia

 
 
 
 
 
¿Sabéis cuándo llegamos a la tranquilidad plena en nuestro interior?
 
Cuando sencillamente vivimos nuestra vida sin pensar en el resto. Cuando vivimos sin hacer daño y sin inmiscuirnos en la vida de los demás. Muchas personas no son capaces de conseguirlo nunca, otras a lo largo de los años, en la madurez, y otras pocas, cuando son conscientes de que día que pasa, día que no vuelve.
 
¿Se necesitan años para ello?
 
Totalmente. Necesitamos mucho tiempo, y la vida será la que nos diga con paciencia cuando hemos conseguido sobrevivir en ella sin importarnos nada mas que nuestro bienestar. Y no es un concepto egoísta sino todo lo contrario. En el momento en el que te nutras de todo lo positivo del mundo y vivas simplemente tú con tu yo interior, serás capaz de ayudar, de acompañar, de aconsejar, de motivar.
 
¿Nadie nace aprendido?
 
Ni siquiera nuestros mayores son capaces de explicar el sentido de la vida, pero nosotros los jóvenes, con las herramientas que contamos en la actualidad, podemos hacer mucho: primero por nosotros y luego por los demás.
 
No pensemos en el futuro porque provoca que perdamos mucho tiempo en pensamientos que no han transcurrido todavía. Piensa hoy, y sobre todo piensa que la vida es un camino. Que podemos pasarla lo mejor posible o por el contrario, comiéndonos la cabeza día tras día.
 
Elige, pero elige muy bien con quiénes estar y con quiénes no. Hay compañías que no nos hacen bien, y somos libres de seguir otros caminos. No es dejar a nadie de lado, sino elegir la mejor opción para ti mismo, e involucrarte con quiénes tu desees.
 
Si cada vez que despertamos, comenzásemos con pensamientos negativos, os aseguro que el día no irá nada bien. No digo que vivamos en el mundo de yupi, que lo detesto, sino en el mundo real, creándote rutinas diarias que te alimenten cada día, que te sumen y no te resten.
 
¡Cuántas veces pensaremos que hemos perdido el tiempo con alguien! Tampoco es perderlo, seguramente hayamos aprendido algo, aunque sea lo mínimo. Pero no estemos siempre anquilosados en el pasado, ni saquemos trapos sucios en discusiones. Me parece vulgar e innecesario. No suma.
 
Muchas veces pienso que la mejor profesión que definiría mi ser sería la de psicólogo. Pero en otras muchas pienso que el escuchar, el dialogar, el meditar, el recapacitar no es algo que surja del dia a la noche.
 
No crezcamos con envidias, con rencores, ya que no daremos un paso adelante en la vida, sino que retrocederemos dos mas. Nos lleva a ser malas personas. No sé, cada uno tenemos lo que nos merecemos. Nos trabajamos nuestro día a día para que en el hoy, dispongamos en lo emocional y en lo espiritual lo que tenemos ahora.
 
Soy de la opinión de que independientemente de cómo haya transcurrido nuestra vida, algo bueno se encuentra a la vuelta de la esquina. O quizá lo estemos viviendo. No somos adivinos. Somos seres humanos.
 
Y ojo, arrepentirse y pedir perdón es de seres maravillosos. Pero no todos somos iguales ...