miércoles, 12 de abril de 2017

La receta de la felicidad



 
No creo que pudiera responder a cuál es la receta de la felicidad, o qué pasos hay que seguir para ser feliz. Es improbable que algún dia sepa que hacer para ser feliz, porque sencillamente no vivimos para conseguir una estabilidad emocional o psicológica, sino para alimentar un interior que a veces no es tan agradecido como pensamos.
 
Lo primero de todo y a lo que se llega con la madurez, o ni siquiera con ello, porque hay adultos que se comportan como niños, y niños que maduran con la vida, es a pensar que no tienes que agradar a los demás, sino a agradarte a ti mismo/a. Es fácil decirlo, pero la práctica es otra historia.
 
Yo me hago una pregunta: ¿cómo actuarías si un día te sintieras sólo en la vida?, y no solo como soledad buscada sino solo de ser consciente que todas las personas de tu entorno hacen vidas paralelas y no entras en sus esquemas, ó ellos no entran en los tuyos. Porque en definitiva hay personas que se alejan de nuestras vidas porque quieren cambiar de aires, porque no hay similitudes en la forma de entender la vida, porque no tienen las mismas inquietudes, gustos, preferencias, ...
 
Ha pasado y pasará siempre. De hecho lo llego a entender, pero hay despedidas y despedidas. Como aquel que siempre espera sin dar nada a cambio. Sólo entiende la vida con aquellas personas que pretendiéndolo, "les doran la píldora", por un objetivo X.
 
Cada uno espera la felicidad como una meta, y no se da cuenta de lo que se pierde cuando la felicidad se debe encontrar en el propio camino de la vida. Aunque quizás no la encuentres nunca. O por no tener suerte en la vida, o por serla esquiva.
 
Es difícil pretender que nuestra vida sea feliz siempre. Casi imposible y no creo que exista alguien que lo afirme. Pero en cambio, hay personas que teniendo vidas difíciles, o por faltarle un ser querido, por no tener trabajo, por no ser feliz de verdad con la persona que duerme, por carecer de honestidad propia, se autoconvence de un ideal que no es tal. Pero ese autoconvencimiento te puede acompañar de por vida. En ocasiones es mejor vivir engañado que entender la realidad que te rodea.
 
Mentiras, corrupciones, infidelidades, daños morales, esquivan tu propio ser de la realidad en la que habita. Porque nadie va a atreverse ni mucho menos a juzgar la vida de nadie. Si se quiere vivir engañado pero medianamente feliz, adelante amigo, por lo menos te habrá sonreído la vida por un momento.
 
Pero nosotros mismos en nuestro fuero interno sabemos que no es así. En la soledad buscada somos conscientes de que lo que tenemos lo merecemos. Y no estoy hablando del karma, al que pronto le daré protagonismo en el blog, sino de entendernos tal y como somos, actuar como creámos oportuno, y sobre todo hacer el bien. Por encima de todo.
 
Tenemos nuestras opiniones. Todos las tenemos. De la vida política, de la familia, de los amigos, de las personas que nos rodean, de todos y todas con las que nos cruzamos diariamente. Lo inexplicable sería darla. DA CONSEJO SI TE LO PIDEN, PERO NI JUZGUES NI DEFINAS A ALGUIEN PORQUE SÍ.
 
Sé honesto contigo, porque al final de los días, o Dios no quiera, te dijeran que estás enfermo hoy, no quisieras haber denegado tantas oportunidades como las que hiciste perder de por vida. No dejar conversaciones pendientes ni palabras perdidas. Ni abrazos dados ni besos regalados.
 
Vive sin que te importe lo que diga el vecino, porque al final, cuando simplemente te escuchen los pájaros, nada habrá tenido sentido sino se lo has otorgado TÚ.
 
FELIZ SEMANA SANTA, PORQUE YO CREO. Y FELIZ VIDA

miércoles, 5 de abril de 2017

No viváis la vida del resto




 
Si algo he aprendido de mis padres es a respetar, a vivir mi vida, y a ser humilde. Ayudar cuando te lo pidan, o cuando veas que lo necesitan. A pedir ayuda cuando la requieres. He aprendido a que somos diferentes. Nacidos de un padre y de una madre. A que no podemos cambiar a las personas. Por mucho que queramos. A que seguiremos cayéndonos, y levantándonos continuamente.
 
He reconocido errores que subsano diariamente. Me he portado bien pero también he estado enfadado con personas a las que quiero. He pedido perdón si así lo he sentido. He aprendido una cosa muy importante: ser coherente con mi vida, con mis palabras y con mi ser.
 
Razono cuando quiero, pero también soy impulsivo en ocasiones. Necesito a personas a mi lado, padres, familia, amigos. Pero mi carácter también pide independencia. Soy leal con quien tengo que ser, pero si no, dejo que pase por mi vida sin dejar huella.
 
Capaz de todo, hay tareas por hacer. Me ha enseñado y me sigue enseñando la vida a que después de la noche, está la mañana, el amanecer. Que las decisiones no las debemos tomar en caliente. Aunque cueste, debemos dar protagonismo al tiempo, y pensar, repensar.
 
Saber que en la confianza radica la base de una amistad. Oir, ver, callar y ayudar me dice continuamente mi madre. Y siempre lo llevo en práctica. Puedo tener un carácter definido, pero la confianza y el saber callar en ocasiones es mejor que hablar. El silencio es mejor que cuatro palabras. No pretendo que nadie lo entienda. Prefiero en mi vida, vivir mi vida, sin juzgar, ni mucho menos me juzguen. Pero eso yo no lo puedo controlar.
 
Y lo que no pueda controlar, no tiene que hacer que pierda mi energía. Si es un tú a tú, tienes la opción de responder, de defenderte, de dialogar. Pero si simplemente son bocas sin dueño, no puedo perder mi tiempo en historias sin sentido.
 
Doy importancia a lo que tiene, cada vez mas. Pero no mantengo un segundo de mi vida en pensamientos que me dañen. Porque todo tiene solución. Tarde o temprano las cartas dan la vuelta, y a ti la razón. No te entrometas en la vida de nadie.
 
Me han inculcado valores muy importantes. Ante todo la humildad por encima de todo. Nunca hables de tí cuando otras personas te cuentan algo. Escucha y habla, pero no quieras ser el protagonista, el centro de atención. Observa y te darás cuenta mas pronto que tarde, que las piezas no han hecho mas que empezar a encajar. Tiempo al tiempo.
 
Pero ante todo, me han enseñado a ser yo mismo, a formarte como persona, y a pensar que dia que pasa no vuelve.
 
Gracias.