martes, 5 de junio de 2012

La verdadera amistad (VI)

Muy buenos días a todos/as. Como os prometí ayer, hoy os escribo uno de los posts con más éxito. Además de tener fieles seguidores, cada día las cinco entregas del artículo han tenido visitas y ello me congratula.

La verdadera amistad

A estas alturas todas las historias y vivencias tanto ajenas como propias sirven como terapia para otras personas que pueden tener similares problemas, y ello puede llegar a mejorar su estado de ánimo. No creo que haya dicho nada nuevo, pero en cada post sobre la amistad intento ser realista y a la vez optimista creyendo en la persona y en el ser humano sobre todo.

Si se cree que la amistad es para toda la vida, sólo se puede solucionar y contestar con el tiempo. No sólo no lo creemos sino que dudamos constantemente de ella. Creo que es el día a día el que se debe vivir y disfrutar, ya que el mañana no está escrito, y ello nos genera nerviosismo y tensión.

La vida te da muchas sorpresas, unas positivas y otras no tanto. Sugiero haceros pensar un rato cada día sobre las personas que tienes a tu alrededor y lo que representan en tu día a día, porque son los que te acompañan y ayudan. No son hechos sin vuelta y eso es lo importante, y lo que representan para tí.

Hay que valorar el presente y el pasado, no podemos permitirnos perder tiempo en valorar un futuro incierto y desconocido. La vida cambia mucho, y con ello los estados de ánimo, y las necesidades y preferencias de las personas. En cambio, cuando necesitas un apoyo, es instántanea la ayuda y la escucha. La desconfianza puede entrar en el juego, pero debe ser meditada, y conociendo las causas de tal hecho. No se debe sustentar en acciones invisibles.

Te das cuenta a lo largo de tu vida, amistades que perjudican, amistades necesarias, por la rutina nada más, amistades reales, y amistades evitables. El tiempo lo soluciona y lo resuelve casi todo. Los actos, los abrazos, las conversaciones, los hechos reales lo explican todo.

Cuando te das cuenta que una ausencia no repercute en tu vida, malo. Ó quizá tenía que ocurrir. La felicidad interior unida a una libertad generada con el tiempo, y con lo que ocurre durante el mismo te da las claves para poder continuar.

Simplemente eliges tu vida, eliges tu presente, y eliges tu entorno. Eso sí, cuando tras muchas peticiones sin vuelta no hay respuesta, no merece la pena. No la merece. Soy de la opinión de que a nadie se le puede obligar a nada. Si no lo hace, no lo siente, no hay que darle más vueltas. Lo malo es que ya no importa y no forma parte de tí.

Un punto de inflexión que permite a la persona darse cuenta de su entorno, y de las personas reales e invisibles. Aprendes, y mucho. Conoces a las personas, y cada vez te haces más fuerte ante la adversidad, y aunque existan momentos en los que te sientas peor.

El permiso de tu vida lo tienes Tú. La acción de hacer o deshacer también la tienes Tú.

No dejes que bloqueen tu vida, continúala, escríbela, y verás. Canta una canción de Malú: "Sabes cuando un amor es verdadero", lo mismo digo yo: "Sabes cuando una amistad es verdadera".

Sé que os resulta interesante, y por eso os escribo la sexta entrega.

Gracias.


Muchas gracias por seguirme.

Feliz Martes.

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