sábado, 16 de junio de 2012

Crónica de una ruptura anunciada

Utilizo el nombre de una gran obra literaria para titular el post de hoy dedicado a la crisis del Gobierno de Navarra. Era anunciada y nadie quería darse cuenta de ello. "No se puede estar en misa y replicando" por lo que cuando te comprometes en un gobierno de coalición, cuando apuestas por un programa conjunto, y mediante diversas reuniones apruebas un plan de ajuste de 54 millones de euros, y posteriormente de 132 millones, no puedes ser independiente en tus declaraciones cuando has apoyado un plan horas antes. Hay que ser consecuente con lo que se hace y con lo que se dice.

La noche del Jueves al Viernes Yolanda Barcina, Presidenta del Gobierno de Navarra, y presidenta del partido regionalista Unión del Pueblo Navarro, destituyó a Roberto Jiménez, vicepresidente del Gobierno y Secretario General del Partido Socialista de Navarra, en el gobierno de coalición UPN-PSN. 

Lo primero que quiero apuntar es la contradicción que suscita la coalición de un partido regionalista que vela por los intereses de Navarra por encima de todo, sin representación política estatal, con un partido nacional que vela por los intereses de España antes que por los de Navarra.

Ante esta situación, las/os consejeras/os de los departamentos socialistas, de Fomento (Anai Astiz), y de Política Social (Elena Torres) dimitieron como apoyo a Roberto Jimenez (Departamento de Presidencia, AAPP e Interior), siendo sustituidas de forma inmediata por Miranda, Sánchez de Muniáin y Vera, consejeros del partido regionalista.

Una relación rota


Ayer Viernes 15 de Junio fue un dia crucial para los dos políticos, en los que destacaron en sendas ruedas de prensa su labor de gobernar para el pueblo, y con el objetivo de decir la verdad, y mantener a la sociedad informada por encima de todo. Por tanto, ¿a quién creemos?.

UPN gobierna en minoria una Comunidad dividida entre la creencia del gobierno mayoritariamente votado, y la oposición enfadada por un incierto futuro, y una debacle de ideas donde el cambio de gobierno y de la identidad propia de Navarra están encima de la mesa.

El futuro es incierto pero con un gobierno en minoria no se pueden tomar todas las decisiones de manera independiente al resto de partidos políticos. Se pueden tomar la mayoria de decisiones pero no puede aprobar leyes en el Parlamento de Navarra si no suma el apoyo de otras formaciones porque ya no dispone de mayoría. Sin embargo, el Gobierno está facultado para aprobar reglamentos, adoptar medidas de ahorro y de gasto, ampliar o reducir la Administración de la Comunidad Foral, o recaudar impuestos e imponer sanciones.

Navarra, ¿pierde credibilidad?


El mayor peligro con el que se encuentra un gobierno en minoria es la no aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, pero puede continuar hasta finalizar la legislatura en minoria, y acometer las reformas sociales y financieras acordadas anteriormente, por lo que tampoco supone un problema grave a corto y/ó medio plazo.

En la actual coyuntura económica, creo que se deben acometer reformas financieras que revitalicen la economía de la Comunidad Foral, con dos objetivos claros: crecimiento económico y reducción del desempleo. Tras la ruptura del gobierno en coalición UPN-PSN, se abre un nuevo ciclo, un ciclo diferente en el cual, no caben ni dudas ni reproches sino trabajo conjunto en pro de la sociedad navarra y de su bienestar social, económico y político.

Creo que las reuniones privadas de los altos dirigentes de una comunidad son privadas, y de ahí se deben ejecutar las medidas necesarias para poder conseguir los objetivos en un año convulso y con un futuro incierto. Se les han ido de las manos una situación en la que los trapos sucios se deberían haber lavado en casa, en la que se debería haber ejercido un buen trabajo de transparencia financiera, y por el que los perjudicados siempre somos los mismos: los ciudadanos.

No debemos permitir que una Comunidad como la navarra pierda la credibilidad, y la desconfianza en ella aumente por discordancias anunciadas y que todos/as preveíamos.

Tiempo al tiempo, y esperemos que el futuro se aclare.

Con esta reflexión económica me despido hasta mañana.

Feliz Sábado.

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