Si realmente nos diésemos cuenta ...

La vida, un gran misterio

En ocasiones hablamos sin pensar, y pensamos tarde lo que decimos. Creo que estos fallos los cometemos todos/as alguna vez en nuestras vidas, no por ello debemos pensar que somos imperfectos, simplemente somos seres humanos.

La realidad de cada situación que vivimos nos transporta a otra realidad totalmente distinta. En mi opinión hacer un auténtico exámen de conciencia es la mejor solución para evitar males pasados. Además somos lo "suficientemente" inteligentes como para darnos cuenta del tipo de vida que queremos tener, o aspiramos tener.

No somos perfectos como acabo de apuntar, porque tarde o temprano vamos a caer sobre la misma piedra, y volveremos a caer, signo de nuestra propia ignorancia. Lo que no debemos hacer nunca es martirizarnos en un mal que no tiene solución. Lo pasado, pasado está.

Pensamos en ocasiones en el sentido de nuestra vida, y de nuestra existencia, que es absolutamente normal, aunque a veces nos pensamos que no somos el centro del Universo, y que tampoco, en ocasiones nos merecemos tal tratamiento. Cada uno de nosotros, nos podemos creer en ocasiones el centro del Mundo, pero jamás pensemos que el resto lo vaya a meditar.

Felicidad interior

Ni somos el centro, ni lo seremos nunca. Lo que ocurre es que siempre nos relacionamos con el mismo tipo de gente, y los éxitos y los fracasos son origen de ese mismo ambiente, por lo que tenemos considerados como una especie de ego consumado en nuestra vaga realidad.

Los niños pequeños no tienen miedos. Solamente actúan en consecuencia de sus impulsos, pero ni son pensados ni son meditados. Nosotros, los considerados "adultos", tenemos miedo a todo, y no nos permitimos fallos por el simple hecho de querer una desnaturalizada perfección.

Lo que quiero deciros con esta reflexión, es el razonamiento de la vida como consecución de hechos simples que sólo tienes el poder de convertirlos en complejos TÚ. No creas que tu entorno tiene el poder sobre tí, sino tú mismo/a sobre el entorno.

Sin mas que añadir me despido, deseándoos un feliz fin de semana.