jueves, 24 de abril de 2014

Libros y sonrisas




Muy buenas tardes a todos/as.

Y antes de nada feliz Día del Libro. Este año con mas importancia. Un libro es único, es un pozo sin fondo de sabiduria, cada palabra es un misterio, cada página un mundo por descubrir, un libro es una aventura sin fin.

Feliz Día de Sant Jordi, del libro y de la rosa.

Y hechas las presentaciones, y las celebraciones por el día de ayer, me enfrento a un post en el que seré criticado pero que espero que se entienda, sobre todo que se entienda.No estoy en contra de la viuda de Jose Parra, fallecido en el accidente que tuvo lugar hace 3 años provocado imprudentemente por el torero José Ortega Cano. No lo estoy para nada, pero aclaro.

Ayer entró en prisión el matador, por decisión propia tras la sentencia del Juez, en la cárcel de Zaragoza. Acompañado por su familia y abogados, el torero entró con la cabeza alta, haciendo caso omiso a los comentarios de los periodistas que aclamaban su entrada.

En otro plano, totalmente diferente, su mujer cabizbaja aguardaba en el coche la no vuelta a casa del padre de su hijo. Fue un momento duro que no quitará de su cabeza jamás. Al igual que la viuda, no volverá a ver  a su marido, ella sí. Por supuesto. Ortega Cano se merece la pena de cárcel por el delito cometido. Pero no estoy juzgando a quién ha sido juzgado en dos ocasiones, una por un Juez, y dos, por el resto de jueces paralelos, que no son otros que la propia sociedad española en general y Telecinco con Sálvame a la cabeza en particular.

El juicio paralelo al que ha sido sometido no tiene nombre, bueno sí, un delito tipificado. Al igual que lo cometieron en su dia con Isabel Pantoja. Porque si deben ir a la carcel, deberán ir pero juzgados por la máxima representación y no por cuatro grandes hermanos, y por cinco borrachas con papel y boli en mano.

Me parece vergonzoso. Mas aun cuando veo a la viuda de Parra, a la que respeto, y lógicamente entiendo su dolor por haber perdido a su marido, faltaría mas, sonreir de oreja a oreja por ver entrar en prisión a la persona que quitó la vida a su "querido esposo". No entro en habladurias ajenas, no soy como los que hablan sin saber. Pero hablar se habla mucho, y mas en España. Cada dia mas cerca de convertirme en imágen de IKEA y declarar el estado independiente de mi casa. Faltaría mas.

No es elegante, no es de decoro, y tampoco se merece la situación, una sonrisa que por lo menos a mi me indigna como ciudadano español, y demócrata. Leáse democracia en el diccionario. Os reiréis seguro. La democracia no existe, ha desaparecido cual pajarillo en Invierno.

Pero si hablamos de personas que se alegran por el mal ajeno, no me dejaís otra opción que apuntar con el dedo a los colaboradores de TV que dia tras dia hasta la entrada en la carcel del torero no han parado de hablar y de criticar a un hombre que cometió un error, un grave error, que costo la vida de una persona, sí, pero que nos viene de formación profesional. 

Hablamos por los codos, y no decimos mas que tonterias. ¿Que si me hubiera ocurrido a mí? Os juro que en la vida pensaría en acudir a un plató de TV a airear mis tristezas, ó a criticar de una manera desmesurada via colaborador sin escrúpulos, a una persona que tuvo que ser juzgada por un Tribunal. Nada mas.

Déjemos a los muertos en paz, y a los vivos, juzgados por la Justicia. No mas.

¡Cómo nos gusta criticar! Tanto, tanto.

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