viernes, 16 de marzo de 2012

¡Qué nos dejen vivir YA!

La verdad que tenía muchas ganas de escribir un post de este estilo. Hoy es Viernes, y es el día idóneo para darnos cuenta de lo que tenemos realmente en la vida, qúe nos falta, y qué nos sobra. Seguro que si hacemos una lista con los pros y los contras, podremos reconducir nuestras vidas de una mejor forma. Y así, disfrutar de un largo fin de semana, en mi caso, el Lunes 19 es festivo, celebración de San José, el Día del Padre, en Navarra.

Vivir, sólo vivir

El post de hoy es realista, y adquiero una frase de Chicho Ibáñez Serrador, cuando afirmó que "en Europa la envidia es una enfermedad, y en España, una plaga", y estoy de acuerdo al 100 % con cada una de sus palabras.

Vivimos en una sociedad plagada de prejuicios, de juicios paralelos, de miradas, de envidias, de cotilleos, malas palabras, que dificultan la buena marcha en la vida de cualquier persona. Actuando de esta manera, no vives tu vida, y peor todavia, vives otras vidas que no te aportan nada. Triste. 

Si, en realidad, tuviesen una vida plena en todos los aspectos, familiar, laboral, íntimo, amistoso, no se preocuparían tanto de las vidas de los demás. Vidas demasiado simples. Cuando vives experiencias, tanto de forma directa o indirecta, te das cuenta de que cada vez resulta más beneficioso cerrar una puerta, e intentar olvidar a aquellas personas y sus comentarios, por muy dañinos que hayan sido, para continuar tu vida, y seguir otro trayecto, otra vía, otro devenir, libre de suciedades, e insultos.

Vivir tranquilos/as


Gente cotilla, mala, nos la vamos a encontrar toda la vida, y en todas partes. Se detectan rápido. En el primer momento en que una persona empieza a hablar de otra de un modo negativo, debes pensar "que cerca estaré yo de sus opiniones". Fuera, sal, y olvida. Mejor remedio no existe.

Vidas hay muchas, como ciudadanos en el mundo. Vidas paralelas, vidas que se cruzan, vidas alegres, no tan alegres, y tristes.

Hay muchas experiencias que forjan la personalidad de cada uno/a, pero hay que aprender de aquellos momentos o vivencias duras para poder seguir con mayor fuerza, y más ánimo. En definitiva, no puedes evitar que hablen o no de tí, pero lo que sí puedes evitar, es pensar en ello, pierdes energía y no merece la pena. Te lo aseguro que no la merece, y no la merecen.

Ya sabéis que me gusta mucho reflexionar sobre temas transcendentales de la vida, y sé que os gustan. Sólo me queda desearos un gran fin de semana, y mañana os escribiré de más temas. Os espero.

Feliz Tarde de San Viernes.

Buena vuelta chicas, también sois el futuro.


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