miércoles, 23 de enero de 2013

Vivir a tu manera

Muy buenas tardes a todos. Mi intención en cada post que redacto es que cada uno/a de nosotros/as recapacitemos y pensemos sobre los temas que nos incumben y preocupan. Si cada día os hablo de la solidaridad, de la amistad, el trabajo, la crisis ó la corrupción es porque son temas de la mas rabiosa actualidad y en la que todos/as estamos implicados.

Cuando una persona vive a su manera, ó por lo menos lo intenta, tiene parte del recorrido hecho. La vida es muy corta como para desaprovecharla. Todos tenemos problemas en la vida, pero tenemos la obligación de darles solución, siempre que dicha respuesta se encuentre de nuestro lado, y tengamos las herramientas necesarias para hacerlo.

No podemos culpar a nadie de que nuestra vida sea de una u otra forma. Ahora, también teneís el derecho de decirme que hay personas obligadas a vivir de una determinada manera por miedo, por coacciones, ó por otras causas, donde no podemos meternos, porque en este caso, las autoridades tanto judiciales como policiales tienen sus propias competencias.

No podemos ir por la vida intentando manipular la vida de las personas, porque de hecho, no somos nadie para hablar ni criticar los hechos y circunstancias del resto. Por experiencia propia hablo, y se muy bien lo que digo.

Existen personas que se creen con el simple derecho de intentar "entrometerse" en la vida del resto, cuando, vulgarmente hablando, "nadie le ha dado vela en este entierro". No podemos suponer que lo que a unos gusta, a otros también les debe complacer. Somos distintos y como tales, actuamos en consecuencia.

Cuando leo en el periódico, o escucho en la radio cuando voy a trabajar, casos de violencia de género, casos de muertes por racismo, homofobia ó por diferencias ideológicas se me revuelve el estomago.

¡Dejémos vivir en paz a las personas!

Siempre he dicho que aquellas personas que se preocupan mas por la vida de los demás que por la propia, es porque no tienen vida, tienen una existencia vacia. Me propuse hace un tiempo olvidar viejas rencillas, y empezar de cero, para sentirme bien con los demás pero ante todo, sentirme bien conmigo mismo.

No hay mejor receta que pensar en los aciertos y en los errores de uno mismo, como para poder continuar por el sendero de la vida. He tenido la suerte de tener un entorno fácil, pero hay ocasiones en las que la vida no es un camino de rosas, y nosotros/as mismos/as tenemos que ser conscientes de que todo tiene solución, menos la muerte.

Dialogar y expresar tus sentimientos con las personas que tu desees, con tu círculo mas íntimo, es una de las claves para poder desahogarnos, y sentirnos liberados de pequeñas encrucijadas en nuestras vidas. Las hay grandes, también sea dicho.

Siempre me he considerado una persona bastante independiente, que incluso ha pensado mas en el resto que en uno mismo. Tal vez la madurez, ó los baches a los que te enfrentas en la vida, han hecho de mí una persona que se preocupe mas por mi mismo, sin que presuma de egoísmo, ni mucho menos, para de esta forma comprender su entorno y a su entorno.

No podemos criticar la vida de los demás. ¿Quiénes somos para hablar sobre la vida de los demás?. No somos nadie. Nadie. Como dije un día, y mejor lección no he podido recibir: se fiel a tus principios, se fiel a tí y ante todo, no renuncies a la palabra. Lección familiar. También existen lecciones que dejan huella: no esperes nunca nada de nadie. Una dura afirmación que completa algunos vacios en la vida de una persona.

Vivir a tu manera, y ser feliz contigo/a mismo/a.

Hasta mañana seguidores, ya Jueves.

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