jueves, 24 de enero de 2013

Sor María y el caso de los bebés robados






Hoy nos hemos despertado con el fallecimiento de María Gómez Valbuena, mas conocida como "Sor María", y últimamente como la religiosa que presuntamente había participado en el robo de niños para darlos en adopción a familias que no podían tener descendencia.

En el convento no han querido dar detalles sobre su muerte, y la señora que falleció a la edad de 87 años, fue enterrada durante el día de ayer. Todos/as nos acordaremos de la imágen de la religiosa saliendo de los Juzgados el pasado mes de Abril cuando se destapó el origen del caso del robo de niños en España durante los años 60, 70 y 80.

Se extingue con su fallecimiento su responsabilidad penal en dicho caso. Triste.

Tras escribir una carta en la que negaba cualquier  implicación en el caso de los niños robados, Sor María, no fue vista ya que su estado de salud empeoró hasta que el pasado Martes falleciera en el convento de las Hijas de la Caridad de San Vicente Paúl.

Tampoco puedo aportar mucho mas ya que las noticias han llegado a las redacciones de los medios de comunicación como cuentagotas, y todavía no se conocen muchos de los interrogantes sobre la muerte de Sor María.

Sinceramente, no voy a emitir un juicio de valor sustentando en casos sin juzgar, pero lo que sí voy a hacer es emitir mi opinión sobre los casos de bebés robados en general, protagonistas, tristes protagonistas hace ya mas de 30 años.

Presuntamente, Sor María había robado bebés a madres sin recursos económicos, a las que mentía haciéndoles creer que sus hijos/as habían fallecido en el parto, y de esta forma, darlos en adopción a familias que los necesitaban por no poder tenerlos de forma natural.

Me parece uno de los actos mas crueles. Robar un hijo a su madre, sangre de su sangre, carne de su carne, de sus propias entrañas, ser engañada durante años, pensando que su niño/a había muerto, cuando años después descubre que vivió una falsa historía que le marcaría de por vida.

Ha fallecido, y que Dios le tenga en su Gloria, pero de haberse juzgado, y salir culpable, otro gallo cantaría.

Feliz Jueves de nieve.



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