viernes, 1 de mayo de 2015

Errores del pasado, lecciones del presente




Muy buenas tardes a todos/as y feliz primero de Mayo.

Feliz Día del Trabajador.

Si he podido aprender una lección en la vida es que nada es para siempre, y que tenemos que aprovechar cada segundo como si fuera el último. Cada momento que vivimos es único. Hemos dejado a personas por el camino, o por la rutina, por cambios de vida, por diferencias, pero todo ello nos ha enseñado a caminar de frente y con la cabeza alta.

Hemos perdido confianza con amigos, pero hemos ganado a personas que no pensábamos que la íbamos a tener. Interés por el otro es imprescindible en una relación de amistad. Puedo decir, y tengo las herramientas para hacerlo, que disponemos del tiempo para nosotros solos, y que el resto es un complemento que elegimos. Y no llamo complemento a las personas, ni a los amigos, familiares, ..., sino a lo que hacemos. Vivimos con nosotros mismos y en momentos, fuera de la rutina del trabajo, decidimos con libertad lo que hacer y con quienes.

Creo que la amistad es vulnerable al tiempo.

Pero no es una afirmación nostálgica, sino al contrario. Mantenemos nuestro circulo cerrado de amigos, pero admitimos abrirlo según nuestro yo en ese momento. Nos desnudamos ante los amigos como si no hubiera mañana, pero nos arrepentimos de nuestras palabras. Decidimos contar con nuestro alrededor pero admitimos tener nuestro refugio. Nuestro yo mas personal. Nuestra vida en pura esencia.

La vida es tan frágil que mañana no sabemos si podemos seguir escribiendo cartas, redactando artículos, paseando por las mismas calles, besando, abrazando, riendo, compartiendo nuestra vida con los nuestros.

La soledad elegida nos permite pensar sobre la vida.

El cruel destino en Nepal, nos ha abierto los ojos de nuestro cómodo mundo. Podemos seguir ayudando como lo hacemos desde Occidente, pero nos despierta nuestra conciencia dormida al ser conscientes de las pérdidas humanas, de la tragedia que elegimos escoger en nuestro canal de televisión, o en la blanquinegra hoja de periódico. Pero, simplemente queda en un dia negro en los telediarios. La vida es frágil, pero a la vez intensa. ¿Aprendemos a vivir de esa manera? Sabiendo que todo tiene un fin, pero hasta ese momento, tenemos la obligación de aprovechar cada segundo, de rodearnos de los nuestros, o sencillamente elegir la soledad puntual de nuestro sofá. Elegir la compañía, elegir el trabajo, elegir la soledad, la alegría, la nostalgia en ocasiones, son las elecciones de la vida.

Con ello quiero deciros, que solo hay una vida. Solo una. Y tenemos que hacer en cada momento lo que nos dicte el corazón, con la ayuda de la mente. Pero no dejar a nadie olvidado. Porque, ahora hablando personalmente, de mi yo, de mi mismo, no puedo estar mejor rodeado de familia y amistades, pero no todos pueden decir lo mismo. Hay segundas oportunidades, y el orgullo muchas veces debe dejarse en el cajón, y volver a vivir momentos de verdad. Es un mensaje a dos personas, pero lo bonito de mi blog, es que saberse reconocido es un auténtico juego de niños.

Feliz Viernes familia.

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