sábado, 8 de febrero de 2014

Infanta Doña Cristina, escuche




Y escuche antentamente, 
desde el respeto a una integrante de la impecable
Familia Real Española, y porque forma parte, 
de nuestra historia.

Pero ante todo, quiero dirigirme como parte, de nuestra historia, 
mas reciente.
La que le obligó a sentarse en el banquillo de los acusados, 
por la que tuvo que escuchar los insultos de una sociedad cansada, y 
agotada por vuestros supuestos lucros personales.

Hoy ha bajado la famosa rampa de los Juzgados de Palma, en coche, 
como todos creiamos que iba a hacer.
Sin tristezas, con una sonrisa en la cara, 
no sabemos si por nerviosismo o porque no tiene vergüenza.

Señora, usted a mi no me representa.
Es un ejemplo de lo que no hay que hacer.

Vivia muy bien, con todos los privilegios.
No tenia nada que perder, y mucho que ganar.
Era la envidia, lo tenia todo, y ha elegido el peor camino.
No vaya de mujer enamorada.

No somos tontos, ni creemos su versión.
Si confiaba en su marido, como ha comentado al juez Castro, 
¿por que no preguntaba nada, ni los supuestos ingresos?, 
ni la manera de aprovecharse del Señor Urdangarín?

Que vergüenza Señora Infanta.

No creo que usted nos subestime, 
ni crea que España es medio boba. Porque bobos haylos, pero los pocos.
Porque pido desde este espacio la anulación de cualquier poder, 
desprendido de su puesto como Infanta de España, 
así como la supresión de cualquier simbolo que lleve su nombre.

Usted a mi no me representa, 
y es la calamidad, que en pleno siglo XXI, España sea portada de periódicos, 
por su supuesto delito fiscal y empresarial.

Me despido para siempre de Usted, 

Jesús Mª

No hay comentarios:

Publicar un comentario