sábado, 25 de mayo de 2013

Violencia contra la mujer




Buenas tardes a todos/as.

Cuatro mujeres han sido asesinadas en tres días, durante esta semana. En manos de sus parejas o de sus ex-parejas, crueles e inhumanos, ni animales, son seres sin sentido. Mujeres con futuro, y con ganas de luchar por una vida que ya no existe.

La muerte de una mujer de origen peruano, estrangulada por su expareja sentimental, la pasada noche en Santander eleva la cifra de mujeres muertas por violencia de género a cuatro en los últimos cuatro días y 22 en lo que va de año.

Terrible.

22 mujeres asesinadas no son cifras, no son sólo eso. Son personas, son vidas, son historias sin fin. Muchas veces son relatos sin contar, son seres humanos que gritaron, que pidieron ayuda, y que por la ausencia de ambas, hoy están donde están.

Las mujeres maltratadas, las mujeres que denuncian, las mujeres que no lo hacen, pero gritan en silencio su dolor, deben tener una ayuda urgente y eficaz por parte de las autoridades, por parte del Ministerio, por parte del Gobierno, y ante todo, por parte de la sociedad, de su familia y amigos/as, que pueden y deben luchar por evitar tal desgraciados y viles hechos.

Una mujer maltratada puede ser una mujer fuerte, que lucha por su familia, que no quiere que los graves episodios que tiene que vivir sean públicos. Pero no es el ser o no ser públicos la vergüenza. Una mujer maltratada puede sentir vergüenza, porque de hecho, ella no quiere hacer "un circo". Otra vez será. Ya no pasará. Será la última vez. 

Pero no lo es. Y la sombra de la violencia golpea cada vez mas. La denuncia es el primer paso, pero no el único. Las mujeres deben estar protegidas ante seres sin razón ni corazón. Seres que no merecen nombre y apellidos. Merecen la pérdida inmediata de libertad.

No os suicideís perros ingratos de la vida. Sed valientes y atended las consecuencias de vuestros actos. Si sois capaces de hacer el acto mas inhumano y vil que puede hacer una persona, también teneís que ser capaces de ser juzgados como tales. Como seres inhumanos y viles.

Las mujeres que han fallecido durante esta semana, tienen historias diferentes:

El lunes, una estudiante de 19 años murió en Lorenzana, León, presuntamente asfixiada por su novio, de 29 años, que posteriormente sufrió un accidente de tráfico por el que resultó gravemente herido. El cadáver fue encontrado por efectivos de la Guardia Civil, después de que el presunto autor manifestara en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de León, a donde fue trasladado, que había agredido a su novia y que desconocía su estado.

El martes, una mujer de 51 años fallecía en Alcolea, Córdoba, a manos de su marido. Los agentes descubrieron el cadáver tras una pelea entre el marido de la fallecida y su hermano. La víctima, con numerosas contusiones en todo el cuerpo, no había presentado nunca denuncia por malos tratos. La policía sospecha que una badilla de brasero pudo ser el objeto utilizado para golpearla.

El miércoles, una joven de 26 años murió acuchillada en Llodio, Álava, a manos de su pareja sentimental. El cuerpo de la víctima fue hallado en la entrada de la vivienda familiar con varias cuchilladas, donde también fue detenido el presunto agresor. En la vivienda se encontraba también un bebé de la pareja que no presenta lesiones.

Y la historia de la mujer de origen peruano en Santander, comentada anteriormente.


Son historias que entre todos/as tenemos la obligación de hacer que jamás ocurran.

Este post es un homenaje, un sentido homenaje por las mujeres que no están con nosotros/as en esta vida, muchas veces, fría y sin sentido.

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