domingo, 20 de octubre de 2013

Agur ETA






Muy buenas tardes a todos/as.

Sin nada que añadir, os adjunto la noticia:


El 20 de octubre de 2011 ETA comunica el "cese definitivo de la actividad armada". Alrededor de las siete de la tarde, la noticia se extiende por todos los medios. Tras 43 años de violencia y 829 asesinatos, la banda terrorista resalta su compromiso "firme y definitivo" de solucionar el denominado 'conflicto vasco' y pide "abrir un proceso de diálogo directo". 'Alivio' y 'alegría' son las palabras que más se escuchan en las calles del País Vasco y Navarra. "No nos equivoquemos: ETA lo dejó porque comprobó que no tenía otra salida y porque, por vez primera, la izquierda abertzale se atrevió a planteárselo para no verse condenada a la ilegalidad", explica Patxi López, secretario general del PSE y lehendakari en aquel momento.

Tras años de ostracismo debido a la ilegalización, la izquierda abertzale había retornado para entonces a las instituciones tras las elecciones municipales del 22 de mayo, en las que, bajo la marca Bildu, cosechó unos resultados espectaculares, alcanzando la Diputación de Gipuzkoa y el ayuntamiento de San Sebastián. Días antes del comunicado de ETA se celebró en esta ciudad la Conferencia de Aiete, en la que representantes internacionales, entre ellos el ex secretario general de Naciones Unidas Koffi Annan, pidieron el fin de la actividad armada. "Nadie, ni la propia ETA, se cree que este foro tuvo algo que ver en la decisión que luego comunicaron", subraya López.

"La decisión del cese fue unilateral, cuando ETA siempre había trazado una línea negociadora con otra parte, eso es lo que ha dejado a algunos descolocados, en un escenario no previsto", explica Joseba Egibar, líder del PNV en Gipuzkoa. La declaración de Aiete interpelaba en primer lugar a ETA y, en segundo, a los Estados español y francés, algo que para el parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, supone un punto clave para desenredar el proceso: "Esa iniciativa unilateral de la banda debía haber provocado movimientos multilaterales por parte de otros agentes, que en vez de ello han adoptado una posición inmovilista".

"Es paradójico y triste para ETA -explica Egibar- que tomando la decisión del cese nadie se le sienta al otro lado de la mesa cuando mientras mataba y declaraba un alto el fuego temporal conseguía reunirse con representantes del Gobierno". Borja Sémper, portavoz parlamentario del PP vasco, subraya la "derrota" de la banda a nivel "policial, judicial y, sobre todo, social". "La política estaba en Euskadi totalmente contaminada, muchos no podíamos participar en igualdad de condiciones", censura.

La euforia de hace dos años ha mutado en cierta sensación de estancamiento de un proceso al que le falta el punto definitivo: el desarme de ETA. Para Egibar, la solución es clara: "Lo que fue el inicio de una estrategia unilateral debe tener un recorrido unilateral de principio a fin; no necesita las armas, tiene que entregarlas y disolverse". Sin embargo, el parlamentario del PNV también denuncia la actitud del Gobierno central: "Entre sus prioridades no está la verificación del cese, es una irresponsabilidad pensar que el tiempo lo arreglará". Paúl Ríos, coordinador de la plataforma por la paz Lokarri e impulsor de la Conferencia de Aiete, subraya tres grandes ejes para encauzar el nuevo tiempo: el desarme de ETA, un cambio en la política penitenciaria y un espacio de diálogo real entre partidos.

El cese de ETA se produjo justo un mes antes de las elecciones generales en las que Mariano Rajoy llegó a la Moncloa y en las que otra nueva marca abertzale, Amaiur, logró siete diputados en el Parlamento español y tres senadores. Meses después, el 20 de mayo de 2012, el Tribunal Constitucional revocaba la decisión de Supremo y legalizaba Sortu, partido que en sus estatutos rechazaba la violencia de ETA y afirmaba ser una "ruptura total con el pasado".

La decisión provocó una amplia respuesta de asociaciones de víctimas, que veían a la nueva marca abertzale como una sucesora natural de Batasuna. Así lo considera Maite Pagazaurtundúa, expresidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y hermana de Joseba, militante de PSE asesinado por ETA en 2003: "El mundo de ETA no buscó la legalización por gusto, fue un cambio táctico para seguir con la misma estrategia; no ha realizado ninguna lectura crítica de su pasado y se escudan en eufemismos que a base de repetirlos intentan banalizar el mal". Arzuaga, de EH Bildu, lo niega categóricamente: "Muchos partidos creen que la memoria debe actuar contra las posiciones de Bildu, pero lo que nosotros queremos es alcanzar una fotografía en la que se superen todas las violencias y se reconozcan a todas las víctimas".

La llegada de Rajoy a la presidencia desembocó en una política de mano dura contra el entorno de ETA mientras la banda no se desarmara. En ese contexto se explican decisiones como el recurso contra la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que consideraba que la 'doctrina Parot' (la reducción de penas por beneficios penitenciarios se aplica sobre cada una de las penas y no sobre el máximo legal de estancia en prisión) vulnera derechos humanos o la detención de 18 miembros del colectivo de apoyo a los presos de ETA, Herrira. Arzuaga considera que este tipo de movimientos están generando un descontento en la ciudadanía porque "percibe que se están dando pasos hacia atrás". "Estamos en una situación de postconflicto donde existen vulneraciones de derechos civiles y políticos, detenciones, juicios políticos...", censura.



Feliz semana de libertades

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