domingo, 29 de noviembre de 2015

Que en los peores momentos, llevas un ángel negro





"Pero vuelves a caer"


Sencillamente escribes para desahogarte, para hacer terapia, para hacer ver que todos reímos, sufrimos, lloramos y vivimos nuestras propias vidas de forma intensa. Somos amigos, compañeros de vida, hijos, sobrinos y primos que somos parte de un todo. 

No podemos arrepentirnos de lo que hemos hecho. No podemos esconder nuestros sentimientos. No tenemos que falsear la realidad porque ahí está. Porque todo vuelve, y porque todo renglón tiene su vuelta. Y porque hay miradas que hacen mas daño que las propias palabras. Porque si te alejaste en su día, ya te alejaste por siempre.

Porque la madurez no se tiñe con los años, sino que los hechos hacen que tomen sentido en ti.

En su día, apareciste tú con tu sonrisa de locura haciendo ver una vida diferente, una vida llena de vida, de risas, de alegrías. Haciéndome ver cosas que desconocía. Una mirada llena de hermosura. Una sonrisa joven. Apareciste y cambiaste lo que pensaba que no se podía cambiar. Me hiciste feliz por momentos.

Vivimos momentos felices, que jamás olvidaré. Quizá en mi fuero interno pensaba que tanta felicidad no era normal. No había nada malo en lo que hacíamos. No había ni mentiras ni engaños. Por mi parte seguro estoy.

En la vida recordaré tu sonrisa, tu risa, ingenua. Pero la ingenuidad fue mía. No soy de mirar atrás. Ni para coger impulso. No pienso que mejor tiempo pasado contigo fue único. Es extraño. Pero nosotros somos los únicos culpables de lo que pasó. Sabemos lo que hubo. Lo que ocurrió. Una joven mirada. Una belleza que fue disimulando su dolor por mí. Porque sabíamos que no podía haber mas.

El ingenuo era yo y no ella.

Solo estábamos en el Mundo rodeados de Mundo, pero solos tu y yo. Me hiciste creer por momentos que eso podía ir a mas. Que nos olvidáramos del Mundo, y siguiéramos con la locura que prometía tu mirada. Pero las promesas se desvanecen cuando la realidad se pone sobre la mesa.

Cuando los miedos y las mentiras salen. Cuando sabes que el punto y final ha llegado. Pero las palabras que necesitabas nunca llegaron. El corazón se rompió en pedazos al saber que en ese viaje te llevaste un pedazo de mí. No pude remediarlo. Lo tenia que hacer. El mundo es de los valientes. Los valientes que hacen frente a la realidad.

Aun habiendo palabras de por medio. El tiempo pasó. Una locura que no fue igual. Las miradas habían cambiado. Yo había cambiado. Ella quizá no. Pero los sentimientos, sentimientos son. No pretendía quedarme en el dolor. Ya no. Simplemente quedó para el recuerdo de una bonita amistad.

Pero en la vida tienes que mirar de frente y no apartar la mirada. No fugarte de tu propio yo. No esconder lo que fuiste conmigo por sentir que tu día de hoy es diferente. No es diferente. Es el mismo, pero en la distancia. No dudes que el recuerdo quedará en mí. Pero uno madura. No fue fácil dejarte ir, pero gracias a las horas, a los días, a las semanas y a los meses sin ti, sentí que ese punto y final había llegado contigo. Porque no merecemos hacernos daño. Te mereces lo mejor, al igual que yo. Pero la diferencia para conmigo radica en la madurez. Yo he subido un peldaño mas. Tu te has quedado cometiendo el error que hizo surgir lo nuestro.



Parte de mi libro. Vivencias plasmadas en papel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario