viernes, 12 de septiembre de 2014

La Liada catalana



Muy buenas tardes a todos/as.

Si ayer celebraban el Día de Cataluña, a la cual respeto, y admiro, también se felicitaban de una meta no cumplida. Digo no cumplida porque no lo han conseguido todavia. Y es que pienso que no la van a conseguir en un corto plazo. Apoyo la libertad nacionalista, sin interponerse con una Constitución establecida y sin visos de cambios.

La Constitución se creó con el esfuerzo de todos y de todas.

La Diada catalana no puede utilizarse como un mecanismo independentista, mas si cabe, cuando Cataluña, a la que admiro y respeto, tiene el elevado nivel de deuda como para utilizarla en su contra. No podemos volver a tiempos pasados, pero creo que hoy no es el momento.

Por supuesto que existen cientos de miles de personas a favor de un proceso donde la independencia toma sentido, pero se debe respetar la opinión de la gran mayoria de los catalanes. Si la solución es el referendum, no voy a decir nada en contra. Pero, repito, creo que no es el momento. Ahora no.

Cataluña es una comunidad que alberga cuatro provincias, donde una de ellas, es uno de los iconos de modernidad y de prosperidad a nivel internacional. Barcelona capital es una ciudad cosmopolita, es una ciudad donde las puertas se abren, y entre muchos pocos las quieren cerrar. Y en ello, nunca estará mi sí a la independencia.

No quiero equivocarme ni echarme atrás. Sabeís mi ideologia, sabeis lo que pienso por todo lo que me leeis diariamente, pero hay independencias e independencias, y formas de saber hacerlo. Formas y momentos. No tenemos que dejarnos llevar por clichés de independentismos baratos y orgullosos, sino de realidades consecuencias de referendums legales.

Pero con cuatro millones y medio de personas desempleadas no estamos en un momento de independencias, sino de ver las posibles salidas de la crisis. Sí, a mi la política me encanta. Me encuentro en otro sector, pero no descarto dedicarme a la política. Clarísima mi posición, y mi opinión. Mi clara voluntad de cambio y de apoyo a las instituciones. A las catalanas, y a las españolas. Perdonen, no queria hacer esta separación. Pero entre colores amarillos y rojos, al final me equivoco de bando. ¡Qué chaquetero soy!

No entiendo la demagogia en la politica catalana, y menos aun relacionar la grave situación corrupta en la familia Pujol con el proceso independentista catalán. No se pueden utilizar unas cosas para aprovecharse de otras.

Tampoco quiero que toquen a Navarra, y en este sentido me podrán ver como un egoista politico y emocional, pero creo que los derechos forales son nuestros, y debemos continuar con su legitimidad politica y económica.

No nos dejemos engañar por el populismo español. Sino por la realidad navarra.

La Diada catalana pretendia ser una fiesta de los catalanes, nada mas ni nada menos. Una fiesta de todos y para todos, donde todos cabemos, aunque a muchos superlativos no les entren en la cabeza. Superlativos que no conocen la realidad de su ciudad, ni de su entorno, sólo conocen su orgullo y demagogia sin sentido.

Mirad, al final, los perjudicados acabamos siendo los mismos. Por lo que, en la actualidad, debemos dejar los procesos independentistas a un lado, y encaminarnos juntos hacia una clara solución a esta maldita crisis, causa de malestar, de tristeza y depresiones sociales.

Pensadlo bien, y disfrutad del fin de semana.

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