viernes, 27 de abril de 2018

Todos/as somos ellas

 
 
 
 
 
 
Al volver a casa, cuando cruzamos un paso de peatones, en la consulta del médico, tomando un café, en la discoteca bailando, trabajando en una fábrica o como consultora de una multinacional. Todos y todas somos iguales, pero ante la Ley, hay una gran diferencia.
 
La diferencia de si me defiendo, si me agreden, si tengo moratones, mordiscos, signos de violencia. No pasa nada si me quedo en estado de shock, porque no puedo mas, porque son 5, superiores en fuerza y en número. Porque si me defiendo, la cosa puede ir a peor.
 
Porque no tenía alternativa. Simplemente quería disfrutar de las fiestas de San Fermín, pero ellos destrozaron mi vida la noche del 6 al 7 de Julio de 2016, pero ayer, me la remataron. Desde una perspectiva arcaica y machista, ella no fue agredida. Ella solo fue abusada. Ni la agredieron sexualmente, ni la pegaron, ni la anularon como persona, ni la obligaron a realizar múltiples prácticas sexuales. Nada.
 
Al dejarse ella, sólo es abuso. Pero en ningún momento fue agredida. Sr. Juez, me queda una gran impotencia y una tristeza a partes iguales de saber que hoy en día una mujer no puede caminar hacia su casa sin miedo de que la agredan, la violen o la maten. De que respire tranquila al ver que la sombra es una mujer o una familia. De temerse lo peor al entrar a su portal. De que tenga en la mente que cualquiera puede ser La Manada. Y de que está desprotegida por la ley.
 
Una ley aplicada de una forma irracional. 9 años por abuso sexual continuado. Pero en 3 años, tengo permisos para poder andar por las calles de mi ciudad. Ella ya no hará vida normal, por muchos detectives que le pongan. Ella está muerta por dentro. Ella se dejó. ¿Qué quería Sr. Magistrado?. ¿Quería verla muerta o irreconocible en la UCI de un hospital?, ¿Qué sentiría Ud. si le pasa en primera persona, a su mujer o a sus hijos/as?
 
No sirve de nada el antecedente de una persona. No pasa nada si escribo en el grupo de whatsapp las mayores barbaridades del mundo. No damos un paso adelante enfocando el caso hacia la actitud violenta de este grupo. No hacemos nada ante la pasividad del sistema jurídico. Creo que la vida es larga y la conciencia frágil. Creo en las noches de la cárcel. Pienso que esos años no ayudan a enfocar una nueva vida. La rata sigue siendo rata.
 
No quiero volver al pasado. No quiero ver esas imágenes. No quiero leer burundangas, violaciones, penetraciones, alcohol, drogas, y abusos. Y agresiones. Pero las leo continuamente. Mas de las que nos imaginamos. Mas en jóvenes en los últimos tiempos. No queremos acabar en un descampado. No queremos vivir con miedo. En una ciudad ejemplar, con una actitud que dignifica al ser humano. Que no dejamos que nadie ensucie nuestras fiestas. Que el Gobierno y el Ayuntamiento junto a la defensa recurrirán la sentencia. No podemos soportar mas violaciones, mas peleas de gallos, mas agresiones, intimidaciones. Queremos vivir en paz.
 
No fue un abuso, fue una violación

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