martes, 6 de febrero de 2018

El artículo que unió a España




Si una cosa tengo clara es que cómo no nos defendamos nosotros mismos, nadie lo va a hacer. Al igual que en el núcleo familiar. Si criticamos a nuestros propios padres, hijos, o hermanos, lo estamos perdiendo todo. Sobre todo, el respeto.
 
Y esto ha debido pensar el autor del Articulo, si en mayúsculas, del periódico The Times, de "Cómo ser español", con una serie de tópicos sobre los españoles que aburridos de escucharlos, nos imponemos a responderlo.
 
Tenemos un concepto de la crítica absurdo y mezquino. Preferimos mezclarnos con el populismo, y acoger la opinión de la mayoría cruel e intolerante para no parecer diferente. Y ese es el problema de esta sociedad. Sí, el parecer diferente. El pensar diferente. Y el actuar diferente. Porque si vives en Andalucía eres un vago de cojones, si vives en el País Vasco, un etarra, en Galicia, un narcotraficante, en Valencia un tete, en Cataluña, un agarrado independentista, en Aragón, un pueblerino, y tantos otros apelativos que nos ponen día si y día también a los españoles.
 
Además, nosotros mismos somos los reyes (y permitidme la sincronía royal) en poner adjetivos a todo lo que no conocemos. Empiezo. Si vas a festivales, te metes de todo. Si eres jefe, explotador. Si eres trabajador, sindicalista vago, si crees, farsante, si no crees, moderno. Si te rodeas de intelectuales, pasado de moda. si eres mujer y vas con todo hombres, puta, si eres chico, y con todo mujeres, maricón. Si eres futbolista mujer, bollera, o bailarín, maricón. Si escuchas la Cope, irracional, si votas a Podemos, opinas.
 
Puedo empezar y no parar. Pero somos así, y por mucho que digamos que no, vivimos continuamente en un universo de prejuicios. No voy a cambiar a nadie, y menos ahora. Pero criticamos la critica cuando nosotros hacemos igual. Y hasta que no seamos conscientes de ello, no cambiaremos nunca.
 
Y si el autor de este artículo piensa que en España somos unos guarros, unos vagos, y unos borrachos, nosotros debemos pensar que aun no tomando esos adjetivos como propios, algo estamos haciendo mal. Lo primero, tener la lengua bien larga. Porque somos los primeros en insultar al de al lado, y como lo hacemos nosotros, ¿Cómo no va a venir un soplagaitas a hacerlo?. Pues por supuesto.
 
Y es que paso a analizar el artículo que tiene tela marinera. Lo primero de todo, nosotros no damos abrazos a desconocidos. Saludamos a quien conocemos como todo hijo de vecino. Y si en España se nos conoce por tirar todo al suelo según subraya en el post, también le digo, que España mediante una campaña de reciclaje excelente, es uno de los países de Europa con mayor índice de mejora ecológica europea. Lo de llegar tarde a los sitios, cero pelotero, le habla un puntual, y como yo, cientos. Pero suena bien reírse de los españoles, porque de los franceses y alemanes nadie se atreve. Pero te recuerdo autor londinense, que Magalluf os teme.
 
Happy tuesday! And God Save the Queen!
 
 
 
 

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