Agradece lo que tienes

 

Es una pena pensar que te vas del mundo sin dar las gracias. Desde que amaneces hasta que te acuestas, por todo lo que tienes en la vida. Por tus padres, esas personas que te ayudan, te calman, te aconsejan, te cuidan, y te han dado las herramientas suficientes en la vida para seguir tu camino sólo/a.

 

Gracias a la persona que tienes al lado, a tu pareja, novio, novia, mujer o marido. Por quererte, mimarte, acompañarte, amarte. Por sentir un/a compañero/a especial de por vida que desea caminar junto a ti.

 

Gracias a tus amigos y amigas por ayudarte, por hacerte reir, porque a veces un alma amiga es la que te dice lo que no quieres oir. La que respeta y te hace sentir importante. Porque la amistad es honestidad, lealtad y verdad.

 

Gracias a todas las personas que pasan por tu vida todos los días. De todo ello nos llevamos un aprendizaje que lo cargamos en la mochila y seguimos andando. La madurez te hace ver que la vida no era tan fácil como pensabas cuando eras joven, pero que te aporta otros sentimientos, pensamientos y quizá miedos, que te hacen fuerte para continuar.

 

Se lo que tengo en el presente. No voy a martirizarme por lo que tuve en el pasado porque ya no lo tengo. Se vivir el hoy sin preocuparme de un futuro que nadie sabe escribir. Puedo planificar a corto plazo pero nada mas. No tengo la bola de cristal ni la quiero.

 

Gracias por el presente y por sentir a la vuelta de la esquina que algo mejor viene. Optimista siempre, creo que la persona es buena de base. El mundo malea. Y cada vez mas, soy consciente de que tu entorno es vital para ti mismo. Para tu desarrollo como persona.

 

Enfádate menos, y ríe mas. Lee, escribe tus pensamientos. Trabaja, pero no hagas de tu trabajo tu vida, porque al final de los días solo quedan las personas. No compitas, no critiques, ni siquiera murmulles. Ayuda y piensa que lo que no quieres que te hagan, no lo hagas. No se si creer en el karma por si mismo, o en que la vida es un circulo. Causa - efecto. Que el mañana no existe.

 

Ríe si tienes que reis. Llama si tienes que llamar. Acompaña, y ayuda si tienes que hacerlo hoy. Porque mañana puedes ser demasiado tarde. No esperes a mañana. Hazlo hoy. Y ante todo, se tu mismo, y vive con coherencia. Se cauteloso. Conviértete en el mejor amigo, aquel que aunque dañado, sigue confiando en ti. Aquel que aun perdonando, necesita unas palabras. Aquel al que un dia hicieron daño, y que hoy camina solo.

 

No olvides quien te ayudó, porque hoy estará pero mañana quizás no.