Cuando te rompen el corazón, cuando no te dan explicaciones, cuando las razones son baratas. Porque sufres, y porque necesitas sentirte querido. Porque el amor falta. Pudo ser una bonita historia de amor, pero se quedó en un punto y final sin explicaciones.
Era bonito, era incluso mágico, fuera de lo normal. El mundo exterior se olvidó para los dos, solo existian dos almas gemelas, que se compenetraban y entendian a la perfección. Con tan sólo una mirada se entendían, y cual estrella fugaz, todo desapareció.
Poco tiempo que pareció infinito. Todo pudo ser eterno, pero la perfección no existe.
Llamadas que no terminaban, ilusión por volver a verse, alegría por saberse querido, por tener tu media naranja, tu vida llegó a ser feliz por completo. Por supuesto la familia, los amigos y amigas, el trabajo, la completan, pero el amor es imprescindible.
Fue como digo, fugaz. Simplemente ocurrió, como si fuera un cuento con un infeliz final. Un final que deja rota a una de las partes, porque el amor no se puede controlar, pero no se puede vivir sin él. Necesitas querer y sentir querido. Descansar pensando en esa persona, despertarte con su sonrisa en la cara a tu lado. Madrugar con una sonrisa. Hacer cosas que nunca antes habias hecho. Locuras incluso. Locuras por amor.
Sentirte en una nube, sentirte importante, sentirte querido. Saber que existe alguien que te quiere bien, que te quiere diferente. Que quieres, que amas, que abrazas, y que te emocionas por saber el increible momento que vives. Rezando porque durase eternamente.
Pocos meses que fueron la felicidad completa en la vida de esas dos personas. Porque se necesitaban, y sabían ser necesitados. Porque congeniaban a la perfección, y porque simplemente, estaban unidos por una mirada, por un lazo llamado amor.
Porque cual tragedia griega, todo se acabó de un día a otro, sin explicaciones, con momentos para el olvido, y pensando que la alegria de lo que pudo ser, perdió contra el miedo, contra la estabilidad, contra la verdad del corazón y del alma.
Porque nadie comprende a la parte rota. Porque desgraciadamente no pudo ser, pero se vive con la pena de los recuerdos, de la alegre memoria de una vida rosa, de una vida feliz, en la que sólo existian ellos dos. Una pareja que la vida decidió romper. Así es la vida.
La distancia impide volver al punto inicial, y es imposible vivir sin ese ingrediente básico que es el amor. El amor cuando lo has conocido de verdad, cuando ves que es imposible la vuelta, y que tu corazón está desecho. Es el amor, el desamor, y el duelo.
Son las noches sin dormir, son las lágrimas secas, es el nudo en el estomago, es la pena infinita, pero también es el aprendizaje de la vida, es la continuidad, y que aun no habiendo amor, existen ingredientes muy importantes en ella que la completan. La familia, los amigos y amigas, el trabajo, saberse bien reconocido en tu entorno, saberse querido, pero es difícil.
Es muy difícil, y sólo la persona que lo sufre, lo sabe. Por eso la lucha es esencial.
La lucha por el amor de verdad, de sentimiento, de mirada.
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