Muy buenas tardes a todos/as.
Nadie quiere empezar la semana con una noticia tan triste como invitación a pensar en la coyuntura actual, tanto en el ámbito económico, político como social. No es "plato de buen gusto" para nadie, ser testigo de un tiroteo a dos policias.
La razón por la que este parado italiano de 49 años ejecutó dicha acción se limita a su triste y angustiosa situación, sin trabajo, y sin visos de cambio. Podemos lograr a entender los graves momentos por los que pasa, pero jamás se puede justificar el hecho de querer acabar con la vida de una persona.
No voy desencaminado si digo que la sociedad está cansada, muy cansada de caraduras y de montajistas que sólo se dedican a la política por el mero hecho de ganar dinero fácil, y a costa de los ciudadanos. Sinvergüenzas. Y para decir verdad, es el sentir de España ante la proliferación de miles de casos de corrupción, y la gran batalla a la que nos enfrentamos, por el simple hecho de pedir nuestro derecho a vivir como todos/as, y ante todo demandar justicia para los ladrones. Tantos y tantos en España.
La razón por la que aumentan el número de suicidios, y la animadversión hacia la clase política, no hace mas que OSCURECER el camino hacia la regeneración tanto política como económica de un grupo de países que han caído en el pozo de la desesperación y la desesperanza.
En la toma de posesión del nuevo Jefe de Gobierno, se llevó a cabo el tiroteo, y según declaraciones del Fiscal de Roma, la persona que ejecutó el tiro, es un hombre angustiado, muy angustiado, por su situación personal, y según él, quería acabar con su vida. Triste.
Las imágenes de la desolación fueron protagonistas durante el día de ayer en Italia, y es la antesala de una época gris, casi negra, sin visos de solución, y aquí en España, con 6.200.000 de parados, las cifras hablan por sí solas.
No puedo esperar mas que pensar que algún día esta pesadilla terminará.
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