Y es que no se pueden describir con palabras los mayores placeres de la vida, entre los que se encuentra la comida, la buena comida. Degustar, saborear, probar, y valorar lo bueno.
A continuación os muestro algunos de mis placeres gastronómicos:
¡Espero haberos hecho felices por un momento!
¡Mañana, ya Miércoles!
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