Querido Yo



Muy buenos días a todos/as.

En el día en el que cumplimos un año y siete meses.

Querido Yo, ¿quién te iba a decir que estuvieses escribiendo en la actualidad? Comenzaste con cierta esperanza, pero también con la incertidumbre de que un espacio de estas características contemplaba y albergaba interrogantes sobre su temática, y sobre el futuro que le esperaba.

Fuiste escribiendo de temas transcendentales de la vida así como de hechos que destacaban durante esos meses. Pero cumpliste tres meses y te diste cuenta de que existían otros temas que podrían interesar, y que tu público valoraría positivamente.

El Verano de 2012 fue un periodo en el que los lectores se encontraban de vacaciones, y ello explicó, el descenso de visitas durante los meses de Julio y Agosto, pero elegiste el mejor camino: seguir escribiendo para disfrute de tu público.

Comenzó una etapa en Otoño, donde el extranjero empezó a interesarse sobre tus artículos, así, Estados Unidos, México, Rusia ó Venezuela eran asiduos a tus líneas diarias. Ya fuera hablando sobre política, economía, cultura ó sociedad, o sobre temas que contemplaban la amistad, la generosidad y la solidaridad.

Viste como tras la participación en el I Concurso de Blogs, este tuviese una representación masiva en varios puntos del Mundo, y de esta manera fuese el portavoz de muchos problemas existentes en el siglo XXI.

2013 comenzó como terminó el año pasado, y todo fue coser y cantar. La facilidad con la que escribias se unia con la ignorancia sobre muchos temas de los que has tenido que estudiar. Escribir te ha facilitado las cosas, pero también ha descubierto que debes estar al corriente de todos los temas de actualidad.

No fue sencillo pero el verano de 2013, lo que llevas escribiendo hasta ahora, tuvo mas éxito y relevancia que el de la era pasada, por lo que está siendo gratificante y eres consciente de que el trabajo merece la pena. Merece la pena para no tirar la toalla nunca.

Te recomiendo que sigas escribiendo, y que las personas que te lean, comprendan ese lado, que siempre tuvieron que descubrir. Porque merece la pena conocerte, me despido y te deseo toda la suerte del Mundo.

Un fuerte abrazo.