Muy buenos días a todos/as.
En un día en el que la sociedad está crispada ante cualquier comentario fuera de tono.
Mariló Montero, presentadora del programa "Las mañanas de la 1", en la cadena pública, Televisión Española, no se queda corta a la hora de transmitir sus opiniones sin entender que se encuentra en un medio público, y que puede llegar a herir sensibilidades.
Esta presentadora navarra, andaluza y madrileña de adopción a partes iguales, ha sido protagonista de numerosas noticias que han suscitado la polémica. La última aportación de la señora Montero, ha sido la de calificar de "fiesta maravillosa", la celebración del Toro de la Vega. Una actuación fuera de lugar, considerando dicha actividad como parte del patrimonio histórico y cultural de España. Vergonzoso.
Pero es que la periodista no tiene ningún filtro a la hora de emitir su opinión sobre cualquier tema, aún saltándose a la torera su condición de presentadora y organizadora de un programa de televisión, y pasando al otro bando de la colaboración y del análisis.
Un presentador, en la medida que pueda, debe mantenerse al márgen de los temas que "presenta", y debe ceñirse rigurosamente a un guión, y a una escaleta, creada con anterioidad. No olvídemos que un medio público, pagado con nuestros impuestos debe hacerse con una programación, limpia, clara e informativa, limitando de esta forma, opiniones duras y sin atisbo de contraste.
No es la única vez, en la que la presentadora afincada en la capital española, ha querido transmitir su "evitable opinión", añadiendo que era una vergüenza despertarse todos los días a las seis de la mañana, por sólo 600 euros por jornada, comparándose con las reinas de las mañanas, las verdaderas reinas, Susanna Griso y Ana Rosa Quintana, que cobran el doble, pero también trabajan en una cadena privada. Tengámoslo en cuenta.
Además de sacar los colores a sus colaboradores en varias ocasiones, aludiendo a que ella no es la única que trabaja, ha añadido su opinión en otras ocasiones. Por ejemplo, cuando entrevistó el pasado mes de Septiembre a Anne Igartiburu en el día en el que estrenaba su programa de tardes, que meses después tuvo que abandonar por su baja audiencia. Programa informativo de cultura, sociedad, debates economico-políticos, pero con una fuerte competencia en Telecinco con el programa del corazón "Sálvame".
Aún habiendo pedido disculpas por algunas de sus polémicas declaraciones, la presentadora se reafirma en su puesto de conductora de televisión, pero también de contertulia, cuando su cargo no lo precisa en absoluto.
Avergüenza delante de todo el Mundo a un colaborador, hasta atreverse a llamarle vago, y hablar entre susurros sobre su capacidad para presentar, y echa por tierra las opiniones del público cuando llaman a su programa, en particular sobre el tema del alma en los trasplantes de órganos. Infórmese antes de hablar señora.
No me cabe duda que esta presentadora tiene los días contados, y que, siendo optimistas, esta será su última temporada al frente de las mañanas de la cadena pública, repito pública, porque la sociedad no tolerará que continúe con un perfil polémico, carne de otras cadenas privadas.
¿Debería marcharse Mariló Montero del programa?
Pensadlo. Feliz Miércoles, víspera de Jueves.
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