Muy buenas tardes a todos/as.
Hoy ha sido un día de idas y venidas, donde he podido disfrutar de San Sebastian en su justa medida, así como de su gente. He podido estar un tiempo prudencial para poder ver una ciudad que me encanta, y que el turismo es su mejor carta de presentación.
Gestiones aparte, en un momento de la mañana, por una causa que tampoco tiene cabida en el blog, porque pertenece a mi vida privada, he escuchado una frase, motivo principal en mi blog. En el post de hoy.
"Los navarros no somos ni vascos ni españoles". Palabras de una mujer de Oñate, cerca de Zumárraga, una mujer culta, conocedora de la historia real, y no como muchos otros que la quieren cambiar. Os ceñís a los libros, por muy toscos y contundentes que puedan llegar a ser. La historia es aperturista y enseña.
Esta mujer reconocía el valor añadido de Pamplona y sus pueblos. Destacaba a Navarra como una Comunidad única con una gente especial (palabras textuales). Una persona que valoraba una forma diferente de vida, una cultura y artes distintos, sin menospreciar lo monumental del resto del Estado, y no me refiero a la extinguida Plaza de Toros barcelonesa.
Una expresión casta, que me ha hecho pensar, sin menospreciar a los vascos, faltaría mas, ni a los españoles, convecinos y pertenecientes al país en el que se integra Navarra. Sin desmerecer, que quede claro, quiero dar protagonismo a una frase en la que muchos estaréis de acuerdo conmigo.
Navarra tiene una historia origen en las Vascongadas, que pocos conocen. Sencillamente queremos decir que España es nuestro país, o que Euskal Herria es el objetivo al que queremos llegar, pero ni lo uno ni lo otro. Navarra es sencillamente única, cuya sociedad es particular, noble, distante en los primeros minutos, pero cercana y solidaria cuando te acogen con su corazón de verdad.
Navarra se compone de varias zonas, muy diferentes pero complementarias en un mismo territorio. El Norte, defensor a ultranza de la autonomía, de la independencia, y de la adhesión al Pais Vasco y a Aquitania, para conformar la antigua Euskal Herria. O por el contrario, el sur, la Ribera, española, y defensora de los derechos forales y estatales.
Y Pamplona y su comarca, heterogénea, solidaria y social. Navarra es una, pero con muchos pensamientos y sentimientos encontrados. Diferentes ideologías que confluyen en una forma de partido cada vez mas sectaria y diversificada, con UPN al mando, y con cada vez mas poder de Nafarroa Bai, y asociados. Su pluralidad, su gente, su cultura, todo, es Navarra.
Para terminar quiero advertir en mis lectores, mi animo pacifico de cambiar la política de España, de Navarra, así como la estructura organizacional de la clase política, porque conlleva un gran desembolso presupuestario, y es hora de que nos pongamos las pilas.
Feliz fin de semana foral.
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