Muy buenas tardes a todos/as y feliz Viernes.
Al escuchar palabras sin sentido sobre la situación de Navarra y de su política, me veo en la obligación de escribir unas líneas para aclarar, analizar, y criticar una sospecha, que aun no compartiendo matices ideológicos, observo en según que políticos.
Roberto Jiménez, representante del Partido Socialista en Navarra, posaba con alegría y una cierta desvergüenza ante las cámaras el pasado Lunes 3 de Marzo cuando se preveia una supuesta moción de censura al Gobierno de Navarra, presidido por Yolanda Barcina, del partido regionalista, Unión del Pueblo Navarro.
Al cabo de las horas, el pensamiento que rondaba en mi cabeza sobre la presunta, supuesta y bochornosa candidatura a Presidente del Señor Jiménez, hizo que despertara en mí un pensamiento de profundo rechazo a mi Comunidad, sentimiento que no duró ni cuatro segundos, al darme cuenta que yo quiero a Navarra por mucho mas que por una línea ideológica. Faltaria mas. De hecho me estaría insultando a mí mismo. Y eso jamás.
Siguiendo con el hilo argumentativo de esta semana de la alegría para el señor de la foto que presenta el post de hoy, me quiero referir a la prohibición por parte de Alfredo Pérez Rubalcaba de permitir una moción de censura en Navarra. Fue un jarro de agua fria para "Robertico el Corto".
Fue una puñalada. Fria y directa a su ambición. Una ambición que podría haber dilapidado al Gobierno de Navarra, y no con ello me estoy refiriendo al de Yolanda Barcina sino al del conjunto de la sociedad navarra. Una sociedad al punto del suicidio ideológico por culpa de mantener sillas calientes en el Parlamento de Navarra. Necesitamos personas con ideologia, que defiendan sus propias ideas, y que miren por el bien común de Navarra, y no por el suyo propio.
Roberto Jiménez en ningún momento ha pensado en Navarra, sino en su liderazgo en la Comunidad Foral. Ha querido sobrepasar fronteras ideológicas rompiendo pactos y siendo tan miserable y mezquino de arrastrarse a otros partidos políticos de medio pelo, para conseguir su fin político.
Tanto el Señor Jiménez como Idoia Nieves, ex-directora de la Hacienda en Navarra están cortados por el mismo patrón. Personas que se acobardan, y que eliminan palabras de su histórico para salvaguardar su Yo político. Cobardes que han sido capaces de poner en entredicho la valía de una Consejera de Economía sin sustento ni bases ideológicas. Sin pruebas, la boca cerrada.
Patrones que llegan a hacerme dudar sobre la valía de alguno de nuestros políticos que piensan antes en el Yo, que en el Nosotros, en lo que a lo político se refiere. Ni Yolanda Barcina ni Lourdes Goicoechea han sido juzgadas, pero el juicio popular ha sido bochornoso, causa y origen de mentiras y desengaños. El mayor desengaño es el de Roberto Jiménez que pensaba llegar a mantel, y no llegó a servilleta. ¡Pues te fastidias! Si deshonras al prójimo, tu honra desaparece. Dicho propio.
Y porque no se puede destruir, o intentar destruir un Gobierno, y ser el hazmereir de la sociedad española, por una causa injustificada e increible. Primero lavaros la boca. Tambien antes de terminar, he de valorar a los partidos políticos que han sabido estar a la altura y que han valorado de una forma positiva la actitud valiente y segura del Gobierno, así como el de su sociedad. Menos manifestaciones, y mas trabajar por el pueblo.
Porque las consecuencias son claras. Y no nos gobiernan desde Madrid desde hace siglos. Los Fueros otorgan autonomía en todos los sentidos, pero cuando se va a preveer un descalabro en un Gobierno se debe de actuar. Rubalcaba le felicito desde mi blog.
Y deciros que antes de actuar y de hablar, se debe pensar.
Feliz Viernes de Sol y Marzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario