Muy buenas noches.
Desde hoy Martes 26 de Noviembre voy a comenzar una nueva sección en el blog.
Escribir a alguien especial e importante en mi vida. Sin nombres. Sólo una carta.
Carta personal e impersonal a la vez. Os reconocereís seguro.
Quizás no te lo diga nunca, ó te lo diga siempre. No hace falta ser familia para demostrarme que estás ahí siempre. Viviendo momentos para el recuerdo, y otros que quisiéramos olvidar. Felices por estar juntos, y por, en cierta medida, reencontrarnos.
Separados pero juntos. Siempre nos hemos entendido, nos hemos respetado y hemos entendido que la vida es mucho mas que una película de 90 minutos. Conociéndonos con tan sólo la mirada. Sabiendo que nos tenemos siempre.
No es por destacar nuestra amistad, pero es digna de admiración.
Seguramente, y si mi memoria no me falla, jamás habremos tenido momentos complicados en nuestra vida, ha sido fácil convivir juntos/as. Ha sido fácil estar contigo, y seguir estándolo. Apoyándonos de verdad en los momentos difíciles.
Pero nuestro recorrido ha sido beneficioso para ambos.
Con una mirada nos lo decimos todo, y pensamos tanto en nosotros.
Amigos por siempre y para siempre, apoyándote en lo mas hondo. Riéndonos y alegrándonos de gratas noticias en los últimos tiempos. En realidad, al final nos fue bien. No tuvimos suerte en un principio pero llegamos a un punto en la vida en la que el agradecimiento es de obligado cumplimiento.
Noches hasta el alba hablando sin parar, sabiendo que nos reencontrabamos, y que comenzaba una nueva vida. Me abriste una puerta, la que jamás se cerró, y yo te abrí otra, porque nos miramos y nos lo decimos todo.
No he encontrado a nadie como tú.
No he encontrado el interés interesado, he encontrado el recibir sin pedir nada a cambio. La alegria de verdad que ha culminado tantos tiempos.
Estar siempre en los momentos en los que necesitamos estar. Saber que estás ahí. Nos abrimos el corazón y el alma, y querer que todo continue igual. Que no cambie nada. Que vivamos felices, que nos encontremos en el camino, que nos sigámos riendo, y que baches en la vida, sean nuestro aprendizaje.
Gracias por existir.
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