Más vale que te quieras, porque eres lo único que tienes en la vida. Valora tu alrededor, porque un día lo puedes perder todo. Todo. Sé feliz con lo que tienes, y asegúrate de mantener los pies en la tierra. No actúes, sino sé tú mismo/a. Actúa como quieras en cada momento, pero se fuerte ante la adversidad. El futuro es incierto, y como tal, no sabes como va a ser. Disfruta el presente, y ante todo, sé fiel a tí mismo/a. Sé amigo/a, confidente, pero también se prudente y desconfiado. Hay muchas lagartijas rastreras que harán que no seas tú, todo por la pura envidia. Piensa lo que hagas y lo que digas sobre todo, nunca dejes infuirte por personas sin sentido y sin corazón. Mantén tu mente fria y tu corazón en alerta. Rodéate de un entorno cívico, intelectualmente activo y con bondad. No vivas en un mundo vanal, vive en el mundo real, en el que dejarás escapar oportunidades, eso sí, si lo quieres. Todo está en tus manos. Sé feliz, ó por lo menos inténtalo. Cada día piensa en lo que vas a hacer, con quien vas a estar, y aunque no sea de una manera premeditada, intenta valorar lo positivo, y analizar lo negativo para poder modificarlo. En la noche, en la soledad de tu cama, piensa en lo que has hecho durante esa jornada, en cómo has actuado, y si eres fiel a tí mismo/a. Aprende, trabaja, estudia, vive, baila, ríe, canta, habla, ama, y sé tú.
Sé tú.
La pasión por ser tú mismo, y por quererte como tal.
No imites, sino crece personal y profesionalmente. Piensa en tu vida.
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