Buenos días a todos/as. Como ya os prometí el pasado Lunes, hoy es el día en el que voy a abordar uno de los temas más complicados de los que he hablado hasta ahora en el blog. Es un tema difícil, y que desgraciadamente, muchos jóvenes lo sufren diariamente en colegios e institutos.
Según diferentes medios, bullying es un concepto que se refiere al acoso escolar y a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo.
Es un tema complicado que no es sencillo tratar por parte de los profesionales, psiquiatras ó psicólogos, y que por parte de los implicados, muchas veces, la mayoría, me aventuraría a decir yo, es muy difícil la comunicación con sus progenitores ó personal especializado por miedo a represalias por parte de los "verdugos de clase".
En ocasiones, estos casos de bullying se relacionan con "típicos" casos de insultos por parte de unos niños a otros, pero en el post de hoy, no me refiero a insultos, que por hache o por be hayamos podido sufrir en nuestras vidas alguno de nosotros, sino en la exposición reiterada de burlas y menosprecios a una "persona en particular", con el objetivo de hacer daño y de hundir en la miseria al receptor de los maltratos.
¿Cómo darse cuenta sí eres padre/madre de un caso de bullying?. Según especialistas, en el colegio deberían haber mas mecanismos para evitar estos casos, ó por lo menos, "perseguirlos", por parte del equipo educativo, sean profesores, educadores, u otros alumnos. No es fácil, lo repito. No lo es. Hay miedo a la venganza, y como en "manada" se es mas fuerte, los acosadores siempre actúan en grupo, y qué casualidad, siempre contra una sola persona. ¡Qué valientes!
Por suerte, no he sufrido en mis carnes bullying, aunque no he de negar que casos de este tipo han existido siempre, y por una causa ó por otra han sido resueltos de inmediato, y con la ayuda de amigos/as has podido ver superarlos. A veces, las personas que están siendo maltratadas de forma continuada por parte de otros escolares, lo comunican a sus profesores, pero éstos hacen oídos sordos por evitar problemas, y por minimizarlos a "un simple problema entre alumnos". No son simples problemas, sino graves asuntos que deberían ser tratados con el respeto y la implicación necesarias como para atajarlos de raiz, y por fín, ponerle punto y final a casos que han terminado en suicidios, por no poder haberlos superado, y por no haber recibido la asistencia necesaria a través de su entorno mas cercano.
Yo, como ya sabeís, no soy padre. Tampoco tengo sobrinos, por mi calidad de hijo único, pero tengo un cierto sexto sentido por el que mi observación es elevada, y me doy cuenta de muchas cosas, imperceptibles a la vista del resto.
No es por ejemplificar, ni abusar del yo mas inmediato, pero sí que me vaís a permitir un ejemplo real, un ejemplo personal que viví hace muchos años cuando estaba en 3º de Primaria, y lo volví a ver 7 años después con la misma profesora, pero diferente víctima, al terminar mis estudios secundarios.
Esta profesora, por llamarla de alguna manera, aunque siempre hemos dudado de la tenencia de un título universitario, ó por contra, haberlo obtenido en una churrería, con todo el respeto a los churreros y churreras. En innumerables ocasiones durante este año, repito 3º de Primaria, con nueve años, esta sujeto de nombre - decidió emprenderla conmigo por mi amistad con un chico, al que ella humillaba en muchas ocasiones, y lo trataba "como el tonto de la clase". Aquí ni hay tontos ni listos, eso lo primero. Por estar con él jugando, compartiendo risas en el recreo, y por considerarlo uno de mis mejores amigos en aquellos tiempos, ella se limitó a decirme, y a reiterarlo durante los dos cursos en los que fue mi "tutora", en evitar rodearme de este tipo de gente, palabras textuales, porque sino podía acabar como él, en la inopia, y embarcado en un mundo irreal. Él era mi amigo, y por nada del mundo pude aguantar tal situación de humillación, no propia, sino ajena, por ser un chico al que le costaba aprender. Señores/as, nadie nace aprendido, ni somos seres inteligentes. Somos personas, y de hecho, éramos niños y niñas de nueve años, creciendo y desarrollándonos, y lo cual podría haber creado un trauma en ese niño, mi amigo, lo cual no sucedió, y aunque hoy en día hayamos perdido la relación, sé de él, y me consta de que le va bien, y de que en la inopia seguramente esté la profesora, no el resto.
El bullying puede ser producido por alumnos, en la mayor parte, pero también por profesores, que no se merecen el título como tal. No eres profesor de 8 a 5, sino siempre, y alerta de problemas que pudieran surgir durante el desarrollo de tus clases, y fuera de ellas.
Hemos podido ver muchos videos en Internet, y últimamente con mas relevancia (por lo menos lo sabemos y podemos actuar desde los medios que tengamos), en el que jóvenes de distintos puntos de la Tierra emitían su pesar y su situación acabando con sus vidas por no poder soportar " esos casos aislados de burlas", según muchos/as.
Ni son casos aislados, ni deberían ser tratados todos por igual. Tenemos que abrir los ojos, y estar en estado de alerta para poder evitar, y conocer los casos que tengamos a nuestro alrededor para poder hacerlos frente, y ayudar a quiénes lo necesiten.
Somos adultos y tenemos la obligación cívica y moral de ayudar, y de alertar de este tipo de casos, en el caso de conocerlos. ¡Basta ya de vidas fáciles, y de evitar conflictos!
El bullying es un grave problema que debe ser tratado como tal. Padres, profesores, educadores, alumnos, familiares, amigos, en estado ON para que no se nos vayan de las manos, y podámos poner punto y final a esta lacra, con consecuencias muy tristes.
Me despido, hoy Miércoles, con la esperanza de que algún día podamos habernos sentido orgullosos de haber ayudado, y de poder ver crecer felices y sin traumas a nuestros jóvenes.
Feliz día.