El anuncio de Sheldon Adelson, presidente del
conglomerado hotelero y de casinos Las Vegas Sands, de construir un
macrocomplejo en Madrid, conocido como Eurovegas, ha recuperado la
figura de los proyectos de dimensiones titánicas que antes del estallido
de la burbuja inmobiliaria era tan común en España.
Promociones de miles y miles de viviendas, centros comerciales con
una zona para practicar deportes acuáticos e, incluso, varios intentos
de construir otras versiones de Las Vegas, se presentaron en España con
diferente suerte.
Al calor del boom residencial, surgieron, sobre todo en el litoral,
grandes promociones de viviendas y hoteles como son Polaris World, en
Murcia, o Marina d’Or, en Oropesa (Castellón). Los dos, sin embargo,
sufrieron la caída del sector inmobiliario en 2010, con deudas
acumuladas de más de 766 millones de euros. En el caso de Polaris, la
compañía gestora se vio obligada a solicitar el preconcurso mientras que
el resort de Castellón capea el temporal con agresivas ofertas tanto en
sus hoteles como en el precio de sus apartamentos.
Eurovegas Madrid |
El proyecto de Adelson no es el primer proyecto Las Vegas en
España. En 2007, ILD, formado por un consorcio de empresas
internacionales, trató de levantar el mayor complejo de ocio y juego de
Europa en Los Monegros (Huesca). La Scala tendría 32 casinos, 70 hoteles
y réplicas de pirámides egipcias. El proyecto, con una inversión
prevista de 17.000 millones, está parado.
En Ciudad Real, se planeó la construcción de un resort turístico
ambientado en la figura literaria de Don Quijote. En él participaba otra
empresa de Las Vegas, Harrad’s, dueña del hotel Caesars Palace. El
concurso de la promotora madrileña Gedeco Avantis, socia mayoritaria
(50,83%), frenó definitivamente el proyecto.
Entre los proyectos de ocio, España vivió un boom a finales de los 90
con los parques temáticos. La decepción de no lograr la versión europea
de Disneyworld no acabó con la euforia por estos complejos de
atracciones. Madrid, con el parque Warner; Barcelona, con Port Aventura;
Sevilla, con Isla Mágica; y Valencia, con Terra Mítica, sucumbieron al
fenómeno de los parques de ocio.
En estos complejos, los resultados han sido dispares. Port Aventura
es el único parque temático de España que ha resultado un éxito. Desde
su construcción en 1995, acumula una inversión de 675 millones de euros.
El año pasado facturó 173 millones, un 19% más, y emplea de forma
directa a 3.000 personas.
Por contra, el parque valenciano Terra Mítica ha tenido que plantear un ERE para la mitad de su plantilla, mientras que Isla Mágica registró unas pérdidas de 3,2 millones en 2011. Murcia anunció en 2011 un proyecto para atraer turistas y negocio a la región. El Parque Paramount, que prevé abrir en 2015 y crear más de 22.000 empleos, requerirá una inversión de 1.093 millones. Sin embargo, la incertidumbre se cierne sobre un parque temático que aún no ha cerrado la financiación.
Entonces, ¿por qué nos ilusionamos con el proyecto de Eurovegas, con una inversión inicial de 6.000 millones de euros, cuando varias entidades financieras españolas se han negado a financiar la parte restante del montante total?
En mi opinión es un proyecto ambicioso, no consecuente con la actual situación del país.
Veremos lo que ocurre, pero esperemos que no sea un "regalo envenenado".
Y a vosotros/as, os deseo una feliz semana de Septiembre.
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