viernes, 9 de enero de 2015

Los años vividos




Muy buenas noches a todos rozando la medianoche.

Escribo sin pensar, simplemente queriendo relataros mi dia de hoy, mi momento, mi ahora. Y no es mas que el recordar, y que ese recuerdo haya sacado una sonrisa de mí. Una leve sonrisa que el sueño y el cansancio me permiten.

Una tarea que jamás antes la había hecho. Recordar mediante fotografías de redes sociales, de álbumes familiares, de imágenes que vienen a la cabeza. La vida en menos de 15 minutos. Comentarios que haces, respuestas inocentes, risas de medianoche, cubatas sin fin, fiestas hasta la madrugada, licenciaturas, momentos en clase, piscinas, playas, comidas, almuerzos, bañadores, corbatas, bodas, miradas, amores, familia, amigos, amigas, primos, tios y tias, y un sinfin de flashes que vienen a mi cabeza.

Una sonrisa que resume mi vida.

No debemos pensar en lo que pudo haber sido, sino en lo que realmente fue. En lo que realmente existió, porque en definitiva lo que hiciste te convirtió en la persona que eres. Una persona fuerte, sensible, querida, con madurez y sin la inocencia de las primeras fotos subidas a las redes sociales.

La vida te puede obligar a madurar antes de tiempo, pero hay personas que se quedan en la madurez de un niño de 8 años. No les llegó el momento, la suerte, la dicha. Pero tenemos que pensar por la suerte de ser lo suficientemente adultos como para seguir recorriendo esta hermosa vida.

Agradecido por haber encontrado a las personas que me siguen. Que me alegran cada día, con las que comparto vivencias, con las que vivo cada dia este camino llamado existencia. Momentos que se quedan en el recuerdo, y que alegran una fria noche de Enero.

Alegran pero también se mezclan sentimientos. Nostalgia por lo vivido, unido a la ilusión por lo que se avecina tras la esquina. Por las ilusiones, por los retos, por lo que nos queda por disfrutar, por correr, por vivir, por amar, por reir y por llorar, sencillamente, lo que nos queda por vivir.

Las personas con las que nos cruzamos en la vida son complejas, son diferentes, pero son las que en cierta medida te han dado el calor por continuar, el fuego por el que te encendias, la mecha para seguir, la vitamina para levantarte, la pila con la que te cargabas de energía una triste tarde de Otoño.

Pero todas las experiencias sirven para crecer, para seguir amando y siendo constantes en la tarea de proseguir con nuestros retos, de alcanzar nuestros objetivos, y de seguir soñando con tu vida, pero con los ojos abiertos.

Y porque para terminar, el egoísmo, el odio, la envidia, no sirven de nada. Quizá el olvido es la mejor medicina, para que la alegría, la verdad, la amistad y la familia sigan existiendo. Porque debemos regar cada día nuestras flores, nuestras vidas, para poder seguir dando luz, y a la vez cobijo a los que nos rodean.

Feliz noche.

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