Muy buenas tardes a todos/as.
Cual familia en Dinastía, los Pujol, familia ligada a los negocios y a la política en Cataluña, ha sabido reinventarse, e inventarse una nueva modalidad de núcleo familiar, en el que la ambición y el poder, sucumben a los ideales de honestidad y lealtad.
Si ayer se descubría que la mayor parte de sus integrantes están implicados en casos de corrupción y tráfico de influencias, hoy somos conscientes que desde la tranquilidad de sus masías en la parte alta de Catalunya, como les gusta denominarla a ellos, los Pujol han conseguido hilar un entrelazado estratégico donde el patriarca, afín a los ideales de independentismo, ha ordenado ser unos "chorizos", presuntos siempre, a sus hijos. A todos, menos a una.
Condenados socialmente, al igual que repudiados por su partido, los dirigentes de Convergencia i Unio, valoran una refundación total de su partido político, en aras de una mejora de la imagen de su partido, en un momento estrategicamente complicado, donde el independentismo catalán se encuentra en la picota de una montaña de migas sin montar.
Un patriarca, que cual película de Scorsese, ha sabido analizar e idear las lineas de un plan desde donde la corrupción, y el hacerse millonario, se han unido con problemas con la Justicia en casos de acoso, abuso de poder, y violencia. No esclarecidos ante la Justicia pero con testigos suficientes para hablar sobre el caso, que serían capaces de comparecer, ante la chulería y altanería del clan.
No podemos permitirlo. No podemos ser testigos de como roban a nuestra cara, de cómo se hacen de oro, mientras el pueblo pide una independencia en tiempos de crisis. Pero a los Pujol, la independencia se las trae floja. Solo se mueven por dinero, y para ejemplo, las últimas lineas de los periódicos desde donde nos esclarecen la realidad de esta familia tan peculiar.
Una tristeza para la familia, porque se les ha acabado el chollo, y son ahora mismo, el ojo del huracán, donde desde su partido piden la cabeza del patriarca y de dos de sus hijos. Presuntamente, ladrones y abusadores.
Presuntamente, siempre. No vaya a ser que el que os habla, pise Villa Candado.
Siempre hablando desde la coherencia y desde el respeto pero con la verdad y las noticias en la mano, y siendo consciente que en los momentos que corren queremos gritar a los cuatro vientos los nombres de los chorizos que día si, y día también se embolsan nuestros millones, recaudados con trabajo y esfuerzo.
No es justo, y por ello, yo creo en la Justicia. Y siempre creeré.
Pensad sobre lo escrito en el último Lunes de Julio.
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