Muy buenas noches a todos/as.
Haciendo referencia al título de la película de Pedro Almodóvar, quiero expresar un mal hábito, o una pésima herencia, que deja en muy mal lugar a la persona que lo efectúa. La mala educación puede ser causada, bien por la propia persona, por su carácter y condición, ó bien por un entorno cuestionable.
Ya sabeís que no soy muy dado a poner ejemplos tan personales como que mi desnudez artística y facial queden al descubierto, pero he querido escribir hoy sobre la educación de algunas personas por un hecho que no por aislado, nos ha despertado de nuestra rutina laboral a mi compañera y a mí.
No puedes ir por la vida con tu verdad por delante, sin escuchar, y dando rienda suelta a una ignorancia palpable en sus actuaciones, porque no haces otra cosa que "echar mierda sobre tí" y ello no te beneficia en nada, en absoluto.
Las personas que gritan, insultan, increpan, y no dejan hablar a la otra persona, no hacen otra cosa que definirse como seres inanimados y deambulates que habitan el Mundo porque plantas sobraban, ó faltaban, según se mire.
No creo en el perdón sincero de estas personas, ni tampoco pretendo recibirlo. La ignorancia es un grado para con ellos, y no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. No eres menos persona por no inmutarte de una situación, sino lo que estás haciendo es insultarle, gritarle y despreciarle en el silencio mas absoluto. Dicho desprecio no hace mas que posicionar a una persona como respetuosa, y a la otra, como un gérmen de la sociedad, sin alienar y perdido.
No hay que pensar mucho en estas personas, que aun sin querer, tienen un post. Pero no es un post de reconocimiento, homenaje u óptimo análisis, sino de rechazo y repugnante ignorancia. Debemos tener en cuenta ante todo el puesto que ocupamos, y si ello ocurre en el terreno laboral, debemos primar ante todo la educación y el respeto. Porque en la calle, ya es otra historia. E historias tenemos muchas.
Si tildo de maleducada e ignorante a la primera, no he de tildar de algo mejor a la segunda. Siempre he dicho que los coches los carga el Diablo, sí, sí, el mismísimo Diablo, en forma de irrespetuosidad elevada al cubo, y desvergüenza sin límites. Pero en la calle, es otra historia. Tú te puedes defender, y en ningún momento hago referencia a la violencia, acto que minimiza al ser humano al peor de los mortales, sino al poder de la palabra, que en muchas ocasiones puede hacer mas daño que un acto de fuerza física.
NO A LA VIOLENCIA.
Continuo. Tenemos el poder de desestabilizar con cuatro palabras a personas que sin razón quieren hacerte daño, pero que con su maltrecho cerebro, no consiguen ni ahuyentar a un murciélago. Ni a uno sólo.
Apréndamos a vivir con la palabra tolerancia como bandera, y a guardar nuestra lengua viperina, para nuestro silencio, inteligente, pero a la vez, combativo.
No olvideís que somos personas.
Feliz noche de Miércoles.
P.D.- La foto es un pasaje de la pelicula del director manchego
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