La crisis al límite

Muy buenas tardes a todos/as.

Espero que hayaís comenzado la semana con optimismo, y con el recuerdo de la festividad de San Juan en la memoria, afrontando unos meses donde el calor, el sol, las terrazas y las noches de fiestas son las protagonistas. Pero para todo el Mundo no va a ser posible.

No sé si alguna vez lo he comentado, pero trabajo en el sector de los recursos humanos, y las experiencias que vivimos no se pueden describir con palabras. Tanto mis compañeras como yo, somos conscientes de la realidad de muchas familias, y de la dificultad para poder salir adelante en estos momentos. Conocemos y sabemos a ciencia cierta graves casos, en los que las deudas, la escasez o nulidad de ingresos y la desesperación están a la orden del día.

Nosotros intentamos dar respuesta y solución a todos estos problemas, desde diferentes programas de recolocación en otras empresas, ó apoyo funcional en las mismas.

Todos los días son diferentes, pero vivimos con la crisis de frente, sin poder darle la espalda, porque los problemas se resuelven de cara. Siempre. Existen numerosos casos, con elevadas deudas a Hacienda sumadas a las deudas ya generadas. Es triste, pero es la realidad.

Sin la necesidad de nombrar a nadie, porque nadie lo ha pedido, quiero ejemplificar en mi blog un caso en particular de una persona que lo está pasando mal económica y personalmente. Una persona trabajadora, extranjera y con ganas de luchar en nuestro país, con el convencimiento de que tendrá que emigrar a otro lugar, si no encuentra la solución en España.

Él quiere permanecer en el país, no quiere volver a Nigeria de donde es. Pero las circunstancias hacen cada vez mas posible la vuelta a su país de origen.

Cuando la desesperación y la desesperanza entran en casa, la ilusión y el optimismo que nos queda, sale por la puerta de atrás. Yo también me uno al apoyo y a la ayuda que pueda llegar a estar en mi mano, para dar salida y ofrecer un puesto de trabajo a quienes tanto lo necesitan.

Es inhumana la situación de por sí, pero en casa, en nuestro cómodo sofá, podemos cambiar el canal de la televisión si no queremos ver el drama, la guerra, la pobreza y miseria que presentan cada día los telediarios. Es cruda y es realidad.

Pero cada vez tengo presentes por el puesto que ocupo, dramas personales, y en particular, este drama al que quiero dar solución. Quiero dar solución porque se lo merece, y porque tiene ganas de encontrar un puesto de trabajo.

La vida, en muchas ocasiones hace que tu corazón lata de diferente forma por experiencia como esta. Hay que ser una persona muy fría, como para no darse cuenta de la horrible situación por la que pasan miles y miles de personas en el Mundo.

Este magnífico Mundo, al que ahora, muchos/as detestan.