No hace falta ser padre o madre para sentir lo que sentimos los españoles al pensar en Julen y en su familia. Un agujero que se lo llevó en apenas segundos, y un padre que se dejaba la piel en su rescate. Mas de 10 días con el corazón en vilo, y reflexionando cada segundo sobre el estado del niño.
No dejamos de ver en las televisiones y leer en los periódicos la noticia del rescate, la problemática del mismo, las lentas y angustiosas horas de esos padres que quieren volver a ver a su niño con vida. Una comunidad que les acompaña sin descanso y un país con el corazón en un puño ante el inminente momento en que esos verdaderos héroes junto a Julen, esos mineros que se juegan la vida por salvar a un pequeño que se encuentra en el pensamiento de todos nosotros, puedan encontrarlo finalmente.
Sólo queda esperar y pensar en que desde arriba tiene un ángel que le ayuda.
#mimanoajulen
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