Preocuparse por los demás, empatizar, interesarse por la vida de las personas de tu entorno es uno de los pilares fundamentales de mi enseñanza. Me han educado para que no sea yo mismo el único habitante de la tierra. Lección que muchos no han recibido.
No debes sentir la obligación de ayudar a nadie. Te debe salir de dentro. Debes saber que quien ha sufrido insultos, vejaciones ó palabras molestas, tiene una opción de afrontar la vida, que es la de con esa fuerza que se crea en tí, poder escuchar y servir de apoyo.
Cuando cometemos errores, damos un paso adelante.
No esperemos que nadie nos llame, o nos diga de quedar. Queda, llama, implícate con quienes merecen la pena. No es fácil darse cuenta con quien empatizas mejor, y quienes te ofrecen su ayuda DESINTERESADA, pero cuando eres consciente de ello, esas personas te acompañarán el resto de tu vida.
Jamás des lecciones de vida, porque las vivencias son de cada persona. No podemos aconsejar como si fuéramos sabios. Pero tampoco debemos pedir lo que no damos. Porque en este caso, hay personas que se creen en todo momento con el derecho a recibir y no dar. A que todo el Mundo le debe algo. No podemos caer en ese error.
Personas interesadas haylas, pero se les ve con el tiempo de que pie cojean, y es mejor alejarse. Elegantemente, pero alejarse. Que cada persona somos un Mundo, y si cuesta entender a una, ¡imaginaos a varias!
No somos fáciles, cada uno vivimos en nuestro propio universo con nuestros problemas, nuestras inquietudes, nuestras familias, los rollos de nuestro día a día, por lo que el preocuparse un poco por el otro, no cuesta tanto.
Feliz fin de semana, ya en Julio.
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