Si a tí, te escribo a tí que te fuiste,
que hiciste las maletas con lágrimas en los ojos.
Que no querías, pero tu sueño en el lugar que te vió nacer
no tenía lugar ni sentido.
No querías abrazar a tus padres, a tu hermano.
A tu pareja, a los pocos amigos que te acompañaron en el aeropuerto.
Ibas con mucho miedo, no parabas de llorar en el avión.
No sabias que te ibas a encontrar.
No sabias si ibas para un mes, para medio año, e incluso,
si te volvías a la semana.
Pero tocaste suelo extranjero,
no lo besaste como hace el Papa,
pero te sentiste solo.
Como aquel niño que despide a los padres en su primer día de colegio.
Tu cuarto era tu casa,
era tu refugio, el único lugar donde eras tú.
Y la vida tenia que comenzar.
El trabajo en ese bar no era el mejor,
12 horas seguidas por 700 euros te hacia creer en el sueño español.
Pero no era tiempo para volver.
Cuando pensabas que no podía ser peor,
entrar en esa casa donde la dueña era peor que Satanás,
fuiste consciente de que aquel que no anda, no persigue su objetivo.
Con ganas de volver, decidiste que la vida no era fácil,
nadie dijo que lo iba a ser, y decidiste seguir.
Por tí sobre todo. Por las despedidas, por el trabajo,
y por tu orgullo.
Aquel orgullo que hizo que aceptaras tu primer trabajo,
tu trabajo de lo que estudiaste, o de lo que se le parecía.
Ese primer dia hizo que lo anterior tuviera sentido.
Ese sentido que hace que cumplas tu séptimo año como extranjero.
Como residente en un país que no es el tuyo, y con una mini familia creada para tí.
Soñaste con un presente mejor,
pero aun no ha acabado el juego.
Porque 8 años mas tarde piensas en que la vida no iba en serio,
pero no quieres seguir jugando al extranjero perdido.
Y porque añoras tu país, su gente, sobre todo a tu familia y amigos.
Tus pintxos, el sol, la cerveza. Todo lo que te ofrece tu ciudad.
Porque todo fin es el comienzo de otra vida.
Porque jamás se debe ver como derrota lo que te ha sumado como persona.
Lo que ha hecho que seas quien eres,
y que seas capaz de mirarte al espejo con orgullo.
Porque cerca de casa, ya estás en tu hogar.
Ya estás con los que te echamos en falta dia a dia.
Estás en tu casa
Mensaje y homenaje dirigido a los que tuvieron que irse de España a trabajar en el extranjero. Por decisión propia, por buscar nuevos horizontes, ...
Valientes, decididos y fuertes.
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