Si ni siquiera aprovechamos el tiempo como lo debiéramos hacer, menos vamos a preguntar al resto en como ocupa su tiempo libre. Y ni muchísimo menos vamos a molestar a los que ocupan sus vidas con nubes. Debemos ser coherentes y estar con quienes lo son. Aunque no siempre lo conseguimos.
Por supuesto que vamos a pasar por momentos malos, y los que lo hemos sufrido y superado podemos hablar sin problemas de cómo lo logramos. Pero si te queda una cosa clara en este proceso y en esta vida, es que dia que pasa, dia que no vuelve, no te martirices en tu puesto de trabajo, porque el que te va a ayudar y acoger cuando estés mal no va a ser el trabajo, sino tu familia, y amigos. No lo olvidemos.
Estamos enfrascados en una rutina tal que perdemos la cuenta de la vida, pero no se si será el buen tiempo o vibraciones diferentes las que hacen que vea las cosas de diferente forma. NO pensemos tanto en mañana ni en el tener porque en realidad pierdes con ello la noción de quien eres.
¿Qué mas me da a mí tener una casa grande si me siento vacío conmigo mismo?
¿Qué mas me da si no tengo amigos?
¿Qué me importa si no tengo con que pagarla?
Os digo que seamos conscientes y sensatos en nuestras vidas y con las personas que nos rodean diariamente. Vivimos como locos y no tenemos tiempo ni para nosotros mismos, pero el hecho de encontrarte en tus momentos de ocio con tu gente y disfrutar de su compañía, no tiene precio. No lo tiene.
¡Para que correr tanto y luego querer volver atrás!
Tampoco seamos necios y pensemos que la vida es un camino de rosas, porque con alguna espina que otra, no vamos a reir ni a divertirnos tanto como lo hacemos ahora. Y no seamos tontos cuando pensemos que hay personas que duran para toda la vida. No nos engañemos ...
Porque la vida cambia, y cambia tu forma de verla, de gestionarla, y de encontrarte a ti mismo.
No obligues, deja que la vida hable por si sola.
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