Muy buenas tardes a todos/as.
Hemos tenido presidentes de todo tipo en nuestra magnifica patria, pero nos espera un futuro bastante difícil de definir en un momento político en el que puedan figurar como gerentes de nuestra dignidad, personajes de cuentos como el coletas y su tribu, el guaperas y los rojos encendidos, el de la imagen con toda su corrupta prole, o el segundo guaperas con tintes de Fanta naranja.
Estoy en una época en la que siento un gran escepticismo hacia los partidos políticos de mi país, porque siento que ninguno de ellos tiene lo que necesito para poder ver avanzar a España en pro del empleo, de la economía y del desarrollo lógico.
Entiendo que un país donde cuatro millones y medio de personas se encuentran sin empleo, y mas de la mitad de ellos, sin retribución alguna, sea difícil vender un programa creíble, honesto y leal a la altura de todos los españoles que lo merecen.
Una intriga que comienza por saber que el Partido Popular se encuentra en un momento donde se desinfla totalmente su equipo, desde la huida de Arantxa Quiroga, hasta el aumento de casos de corrupción con los hijos de Aznar como cabezas de cartel. Inaceptable.
Pero, obviamente, el PSOE no tiene credibilidad alguna al dudar si se dejaría apoyar por naranjas o morados en el hipotético caso en que se diera la posibilidad. Un marco espantoso donde naranjas ganarían la batalla en contra de morados, simplemente por el hecho de carecer los segundos de un programa de verdad, y según sus propias palabras, de personas capaces de gobernar en la totalidad de municipios españoles.
Me dejan muy pocas alternativas, a tan solo 2 meses de las elecciones generales.
Me dejan la opción del voto en blanco o del voto nulo. Me dejan la opción de carecer de representantes a los que pueda ver con los ojos desde los que siempre miré. Un respeto a la política que no sólo se gana con palabras sino con hechos. No se gana asistiendo a la marcha militar del 12-O, sino acudiendo con esos 800.000 € "invertidos" en tal desfile, a mejorar la vida de unos cuantos españoles. Con ello no doy la razón a Podemos , pero es realidad. Triste.
Ya no soy de derechas, porque piense que el capitalismo sea la respuesta a una economía abierta y empobrecida. No soy partidario de aumentar los impuestos. No soy partidario de los recortes que agotan la paciencia de los españoles.
Ya no soy de izquierdas porque piense que los derechos sociales se reconocen a todos los españoles en su conjunto. Ni porque piense que todos y todas somos iguales en términos económicos. No soy consciente de que la izquierda perdió la batalla hace unos años.
No soy ni verde, ni naranja, ni morado, ni azul ni rojo.
No me representa la mediocridad y la falta de cumplimiento en los políticos. Porque sólo son palabras. No puedo decir a viva voz que Rajoy lo ha hecho bien, que los recortes eran necesarios, que la corrupción ha sido la semilla de un bosque lleno de chorizos, ni que agregados con coletas o con buenas palabras vayan a gobernarme a partir del 20-D.
Solo espero comer los pocos turrones que la dieta me permita en paz conmigo mismo, meditando la decisión tomada, y brindando por cifras ganadas en pro de los españoles, que en resultados electorales movidos por el viento, y puestos en duda por las previsibles alianzas nada mas desempaquetar los regalos de Reyes.
Creo que no es lo correcto, pero escúchenme España. PODEMOS.