Muy buenas noches a todos/as, y feliz Domingo de Febrero.
Ayer por la noche para celebrar mi peculiar San Valentín acudí al cine para ver el estreno de la pelicula del año: 50 sombras de Grey, protagonizada por Dakota Johnson y por James Dorman. Un film que en lo cinéfilo, deja mucho que desear.
2 horas de cinta que pasan rápido, 4 sesiones de duelo, sadomasoquista y pueblerino que despiertan los pezones y los vellos de punta se erizan al momento. Una interpretación digna de una pelicula de serie B, o de un corto de director púpilo.
La parte interpretada por Anastasia Steel (Dakota Johnson), mezcla inocencia, sentido del humor, magia y misticismo, mal mezclada con un Christian Grey sin registro vocal, endeble, y hombre de goma, que no cumple con un objetivo marcado por la escritora E.L. James, el hombre rudo y sin sentimientos por una falta de agrado en su infancia, que folla duro, y no duerme con sus conquistas, o con sus sumisas, mejor dicho.
Me reí, disfruté con la película en todas sus variantes, pero no puedo valorar positivamente el film, no así las reacciones de todas las personas que la veíamos, que empezamos viéndola con risas nerviosas e inocentes, para que el silencio sepulcral fuera el protagonista, 30 minutos después.
Las escenas de "sexo fuerte y duro" parecian sexo "vainilla", aunque se valora ver una película porno en una pantalla de cientos de pulgadas, aunque claro está, con la compañía de otros cientos de personas. Nada acogedor.
Los 120 minutos se resumen en chica conoce a chico raro, escenas de sexo vainilla por doquier, azotes cómicos que "levantan" pasiones, y lo que no son pasiones, y un mundo de lujo muy lejos de nuestro alcance.
Me entretuvo, pero en cuanto a calidad cinematográfica no supera el notable, ni raso, pero en cuanto a entretenimiento y diversión pseudo sexual sobrepasa mis expectativas en una cinta en la que el morbo precedente da paso a una decepción propia.
Feliz San Valentín.
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