martes, 30 de abril de 2019

Somos mala gente

No os podéis imaginar cuanto tiempo me ha costado escribir este artículo. Sé lo qué decir y no quiero que se malinterprete. Voy a hablar mas claro si cabe de lo que lo hago en cada articulo. Soy consciente de que perderé lectores con ello, pero también me he considerado leal y honesto a mis principios desde el primer post que publiqué.

No quiero que nadie se alarme, pero somos malas personas.
 
¿Cómo podemos llegar a ser enemigos de nuestros propios amigos?, ¿cómo llegamos a hacernos daño sin conocer la verdad de un hecho en sí?, ¿por qué preferimos pensar mal a pensar en positivo?. ¿Por qué decidimos que nuestra vida es ejemplar y el resto es una copia?, ¿por qué no podemos vivir como queramos sin hacer daño a nadie?, ¿por qué ponemos en duda la vida del resto?, ¿acaso soy ejemplo de algo?
 
Todos, y cuando digo todos, somos todos. Tenemos baches en nuestra vida familiar, hemos roto, reconstruido y vuelto a romper relaciones con amigos y parejas, discutimos y hablamos del resto, cuestionamos lo que nos están diciendo, interrogamos como si de una detención se tratara, ignoramos a quien lo pasa mal.
 
¿Cómo podemos ser capaces de hablar de alguien, al que consideramos amigo o amiga, y estar delante de él como si nada? Realmente o soy radical o no estoy hecho para vivir en este mundo. A veces la lealtad contigo mismo te lleva a perder gente por el camino. Seguramente sea la mejor decisión que hayas tomado, o que hayan tomado.
 
No puedo vivir en un entorno en el que el cotilleo y la maldad sean los protagonistas. El insulto fácil, el hablar siempre de alguien. Detesto ese ambiente. No voy a ir de virginal por la vida, y obviar que he criticado en mi vida. Por supuesto que no, y el que diga lo contrario, miente. Pero me incomoda que nos estemos convirtiendo en una sociedad falsa, irracional y con grandes dosis de maldad.
 
¿Por qué preferimos pensar mal a bien?, ¿Por qué?, ¿tienes algún problema contigo mismo?, ¿no te encuentras cómodo con tu entorno?. Cada vez mas escucho hablar mal, y al final te cansas de seguir compartiendo momentos con personas que no dejan de criticar. No comprendo porque queremos meter las narices en la vida de una pareja por ejemplo. Cada pareja tiene sus reglas y no somos nadie para intentar quebrantarlas. Siempre he hecho la misma pregunta. Si Ud. se entera de que su amigo ha sido infiel a su pareja, ¿se lo dirías a su novio/a en el caso de que él no lo haga? Nunca, ni se me pasaría por la cabeza. ¿por qué lo haces?. ¿Por hacer el bien? ¿Por ver una pareja rota? No seamos cínicos. Cada pareja es un Mundo.
 
Al igual que la vida familiar, doméstica, financiera de cada persona. ¿Quién soy yo para cuestionar si se paga su casa, si se la pagan sus padres, sus abuelos o Donald Trump?. Pero, ¿quién cojones soy yo?, ¿qué me importa si te limpias la casa o tienes el servicio de las Kardashian? Cada uno debemos vivir entre nuestras 4 paredes que demasiado tenemos. ¿Por qué tengo que cuestionar si trabajas mas o menos, si sacas el dinero entre las piedras o te llueve del cielo? Hay un problema muy grande y es la envidia. La envidia es el deporte nacional de nuestro país. ¿Por que cuestionamos a una persona que trabaja 50 horas y no al que se pega la siesta sin trabajar?, ¿por qué nos preguntamos si trabaja poco y gana mucho? ¿a qué se dedicará? Pues señores y señoras, existen personas que trabajan 50 horas a la semana y no llegan a los 1000 euros al mes, otros que tienen suerte y alcanzan los 2000. Personas que trabajan medias jornadas con sueldos de funcionarios de clase A. Cada persona es diferente.
 
Hay personas que son felices viviendo en 70, 80 y 90 metros. Pero hay otras que no conciben la vida sin un jardín y sin 400 metros de feliz vivienda. Personas que agotan el paro viviendo de la sopa boba, mientras otros trabajan hasta los fines de semana. En la vida hay muchas clases de personas, y por ello no lo vamos a criticar ni dejar que existan. Cada uno vive como puede, quiere o le dejan. Lo honrado es vivir con el dinero de tu trabajo, saber qué vives de ello, que tu esfuerzo cuesta, y que nadie cuestione si vives mejor o peor. Porque el que parece feliz igual es el hombre mas infeliz del mundo, y el que simula tristeza, igual está cómodo en su vida.
 
Respetémonos. Veámos que hay muchos estilos de vida, que las personas sólo se conocen en un 30 % por ciento, pero detrás de ellas hay dramas familiares, hay divorcios, muertes, problemas económicos, sociales. No juzguemos ni cuestionemos la vida de las personas porque no las llegamos a conocer nunca. Cada persona tiene un sentido de la vida distinto. Respetémoslo.

martes, 23 de abril de 2019

Libertad

¿Alguna vez te has preguntado si eres libre?, ¿Qué crees que te ata en las relaciones sociales?, ¿Cómo marca en tu día a día las opiniones de los demás?, ¿en qué te basas para responder o no a los ataques?, ¿pierdes tiempo en pensamientos que restan energía en tu día a día?
 
Somos libres conforme hacemos lo que queremos en cada momento, y decidimos lo que hacer sin mirar a un lado o a otro. Es una frase fácil de entender, y fácil de extrapolar, pero no es tan sencilla tarea el llevarlo a cabo en la vida.
 
Las decisiones que tomamos, en ocasiones, pueden ser influidas por terceros. Por no interferir en un asunto, en una relación, en una reunión de amigos, no voy a decir esto, o no voy a decir aquello. Voy a intentar agradar a todos. Claro error. Jamás podrás caer bien a todo el Mundo, ni agradar a las personas que tienes a tu alrededor. Mas que nada porque agradando a unos, otros pueden salir insatisfechos de esa relación.
 
Tranquilizarnos, respirar hondo y pensar qué queremos es el primer paso que debemos dar. Somos humanos y cometemos errores, es natural. Pero la amistad tiene memoria, y no debemos de dejarla nunca arrinconada. Las personas podemos perdonar, y es claro acto de bondad y madurez, pero en la mayor parte de los casos, aunque digamos lo contrario, no olvidamos. Puede ser un error pero un feo, un desplante, una mentira o una falsedad en el pasado, siempre estará en tu subconsciente.
 
Pensamos que somos maduros y no vamos a caer en los errores del pasado, pero tenemos que pensar que el hombre siempre tropieza dos, tres y hasta 100 veces en la misma piedra. Somos débiles por naturaleza, y aunque nos creamos sinceros, en ocasiones nuestras palabras no son acordes con nuestros pensamientos. 
 
La libertad es una utopía en la sociedad de hoy en día. Mas que nada porque siempre vamos a intentar autoconvencernos de lo que hacemos o intentar hacer el menor daño posible a las personas, pero es inevitable hacerlo. Al igual que nosotros sufrimos por el daño que nos infringen. No podemos controlar el mundo. Somos simplemente humanos.
 
No podemos obligar a nadie a hacer lo que no quiera. No conocemos las razones de cada persona para actuar de una u otra manera. Para verlo con cierta objetividad, tenemos que verlo desde la lejanía. Si somos condescendientes con nuestro entorno, estamos dando unas licencias que solo corresponden a uno mismo. Nadie debe decidir sobre nosotros ni tenemos que complacer a quiénes no importamos. Si el pasado se olvida, corremos el serio peligro de seguir tropezándonos en el futuro.