Imagina que hablo de ti,
pongamos que jugamos a que esto no existe.
A que la vida es un sueño que nunca existió.
Juguemos a que la vida importe,
pero que importe de verdad.
A que las palabras no sumen,
pero que no dañen nada.
Pero juega también a reírte,
intenta que todo baile pero que no se quede.
Baila con la vida,
juega con ella. Ríete de ella.
Sin piedad.
Ella lo hace desde que tienes uso de razón.
Canta hasta cansarse.
Vuélvete loco y busca una sonrisa.
Entre tanta resaca, busca la calma.
Olvida el pasado que duela.
Pero ten en cuenta que valió la pena vivirlo.
Mójate con quien quiera bañarse,
y prívate de lo banal.
Intenta que los recuerdos no te aten,
sólo haz que los días cuenten.
Aléjate de las sombras,
apóyate en las luces.
Habla menos,
y escucha.
Pongamos que hablo de ti,
aun en mi cabeza,
imaginemos que te salvo.
Imagina que te llamo al final de la calle.
Todo impulso vale mas que mil palabras.
(¡Qué gusto da encontrarse a buena gente en la vida!)
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