Buenos días. Miércoles de Sol.
Leámos detenidamente esta noticia:
En este momento de crisis, cuando están expropiando al pueblo, queremos expropiar a los expropiadores, esto es, terratenientes, bancos y grandes superficies, que están ganando dinero en plena crisis económica”. Con este argumento justificó este martes el diputado de IU, alcalde de Marinaleda, miembro del CUT y del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Juan Manuel Sánchez Gordillo, el asalto por parte de miembros del SAT a dos supermercados en Écija (Sevilla) y Arcos de la Frontera (Cádiz). Como todos los meses de agosto, estas organizaciones suelen protagonizar protestas muy llamativas que acaparan la atención informativa.
“Gordillo está fuera de control”, dijeron fuentes de Izquierda Unida desentendiéndose de las acciones que capitanea su parlamentario por Sevilla. “Sánchez Gordillo se manifiesta contra la participación de IU en el Gobierno. Yo, contra la barbaridad de que este diputado asalte supermercados”, escribió en su cuenta en Twitter el presidente de la Junta, José Antonio Griñán. Al presidente, le replicó la secretaria general de la Vivienda, Amanda Meyer (IU) en un tuit: “Presidente no señale al débil mientras nos roban a manos llenas gracias a la reforma constitucional que pactaron ustedes con PP”, escribió.
Sánchez Gordillo estuvo en el asalto a un supermercado de la cadena Mercadona en Écija, aunque él no participó directamente. Alrededor de una treintena de miembros del SAT entraron en la tienda, llenaron diez carros con alimentos como aceite, azúcar, arroz, pasta, leche, galletas y legumbres. Cuando intentaron salir sin pasar por caja se produjo un forcejeo entre los sindicalistas y los empleados del establecimiento, que no fue a más por la intervención de la Policía y de dirigentes del SAT. Según Gordillo, los artículos sustraídos los entregará a una ONG. Los responsables jurídicos de Mercadona denunciarán la sustracción de alimentos y las agresiones leves que, según aseguró un portavoz, se produjeron.
En Arcos se produjo una escena similar. “La consigna es clara. Entrar, si podemos, y coger artículos de primera necesidad. Solo artículos de primera necesidad”, insistió el secretario general del SAT, Diego Cañamero, antes de entrar en el Carrefour de esta localidad. “¿Garbanzos y habichuelas?”, preguntó una de las jornaleras que le acompañaban. “Ni chocolate, ni yogures, ni postres. Azúcar, aceite, legumbres, leche, galletas normales de las María de siempre”, aclaró Cañamero. “Sin prisas. No importa si no podemos salir. El objetivo no es sacar”. Fueron los momentos previos a que más de un centenar de personas entrara en el supermercado y llenara los carros con esos productos solicitados.
Robo a mano armada |
Finalmente, la empresa aceptó que 12 de los carros llenados, valorados en 1.000 euros, fueran utilizados para el fin que buscaba la protesta, los servicios sociales de los pueblos limítrofes con Arcos como Espera, Puerto Serrano y Bornos. Según relataron miembros de IU, algunas asociaciones de la provincia a las que ofrecieron los productos rechazaron la mercancía por el método utilizado para obtenerla. Los carros no fueron sacados por los manifestantes sino que se guardaron en el supermercado a la espera de que sean recogidos este miércoles por representantes de los citados Ayuntamientos.
Los responsables jurídicos de Mercadona informaron de que van a denunciar las agresiones a los empleados de la firma y la sustracción de bienes, según explicó un portavoz de la empresa alimentaria explicó a EFE.
Así es, con los carros de la compra hemos topado. Muchos sabreís de que os estoy hablando. Sencillamente de una actividad delictiva. No nos vale el recuerdo de Robin Hood, el cual robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Pero ayer, se cruzó una línea que nunca se debería haber cruzado: la línea que separa la solidaridad social y el delito.
Si estás a favor de la solidaridad social, de ayudar al desamparado, ayúdale tú de tu bolsillo, pero lo que jamás puedes hacer es robar, extorsionar y agredir como ayer se hizo. Ello va en contra de uno mismo y del respeto al tercero.
Agredir a dependientas, insultándolas, cuando lo único que hacían era trabajar, por suerte ellas tenían un empleo. Pero no son las formas, y menos, como ha afirmado y apoyado Gaspar Llamazares, un acto simbólico.
¡Qué te agredan Gaspar!, a ver si lo denominas "acto simbólico".
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