sábado, 26 de agosto de 2017

¿Qué le dices a tu yo de 15 años?




Correrás y caerás en muchas ocasiones,
sufrirás por tonterías y te reirás de la seriedad.
Aprenderás de nuevas caras, y te despedirás de la juventud.
Los juegos se olvidarán, y empezará una nueva vida.
Otra nueva vida que acompañarás durante mas de 10 años.
Cantarás de forma simple y bailarás como si no hubiera mañana.
Sentirás la timidez en tu cuerpo, ese nuevo empezar.
Sentirte solo te hizo adaptarte demasiado pronto a esa realidad.
Nuevas caras, aun en la actualidad.
La amistad efímera, y la palabra constante.
Serán años de comienzos, porque son pocos tiempos largos.
Conocerás y seleccionarás.
Te reirás pero sin saber de qué.
Llorarás ante la cruda realidad,
te acompañará, pero te fortalecerá.
Te sentirás incomprendido por tu falta de palabra.
Los diálogos en sociedad no estaban hechos para ti.
Eres mas de tu a tú.
Sincero, tímido, callado, reservado.
Te acompañarán por un tiempo.
Te sentirás mas responsable, pero por un tiempo.
El tiempo que te obliga a cambiar.
Una caída libre que te hará no creer en los pajaritos.
Te harán ver que el halcón miraba fijamente.
El querer y no recibir, ya formarán parte de ti.
Las ausencias también te acompañarán,
aunque aprenderás a vivir con ello.
El mayor aprendizaje.
Ese coche blanco será tu mejor terapeuta.
Tu soledad a veces injustificada dará paso al tedio y a la rutina.
En ocasiones agradecerás la monotonía de la vida.
El no ocurrir, el no pasar.
La vida de los papeles, el boli y la memoria.
Estrés conocido pero nunca reconocido.
Maneras de alimentar tu propio yo.
Comida que vale como terapia, y difícilmente eliminable.
Tu cuerpo cambiará. Hay almas que prefieren ser delgadas.
La tuya irá por otro camino.
Sabrás hacer de hermano mayor, seguirás siendo ese adulto con cara de niño.
Pero agradecerás esas balas ganadas.
Parece que termina el papel y comienza otra etapa.
Disfrutarás, reirás, te divertirás. Y recordarás con anhelo.
Quizá será de tus mejores etapas.
La siguiente será otra que no puedo terminarla.
Hace falta muchos años y madrugadas para explicarlo.
De uno a otro sabrás que el tejado y la gasolina valen.
Sabrás lo que es la vida de verdad. Tu propia vida.
Sabrás enfocar balas perdidas, pero te cambiarán.
Rehuirás de fantasmas y te enfocarás en realidades.
La sociedad inútil hará que encamines un presente sin futuro.
La monotonía te enseñará la cara roja de la vida.
Los labios rojos. El mirar y el desaparecer.
La otra vida. Te sonrojará. Te enamorará.
Verás la diferencia entre mentira y verdad.
Entre dolor y sufrimiento.
Entre invento y sueño.
La rutina ganará el combate con la lección aprendida.
El no esperar y el querer desear.
El anhelar lo inexistente te hará construir tu refugio.
Tus alas volarán y tu alma respirará.
Tu corazón entrará en stand by. Pero no se dormirá.
El invierno se volverá largo, y los días grises quizá ganen a los blancos.
Pero paso a paso sabrás agradecer lo establecido
En la cumbre del monte, serás consciente de lo ganado y de lo perdido.
Aun joven, la selección natural te ayudará a elegir.
Serás infiel a tu persona, incluso te dejarás engañar.
Llorarás y reirás. Mas de lo segundo.
Hablarás mas de la cuenta, pero aprenderás a callar.
A callar y a silenciar en un mundo escaparate.
A decir lo que el mundo escuchará, pero a pensar lo que te venga en gana.
Abrirte con quien desees, y a encontrarte sin silencios en momentos de zozobra.
A que tu genio ganará la partida de los sinsabores.
Y a que algo que nunca empezó de verdad, no pudo tener final feliz.
A encontrarte mentiras en el camino que te hicieron crecer.
Y a creer que en ocasiones, los animales son mas humanos que nosotros.
Y te diré que seguirás aprendiendo día a día, y que la vida,
para bien o para mal, no dejará de sorprenderte.
Pero tu cautela, tu honestidad y tu discreción te seguirán acompañando.
Aun errando, seguirás siendo el mismo alma joven.




jueves, 17 de agosto de 2017

Tuits y Barcelona


Contigo Barcelona


El antiturismo




 
No puedo llegar a entender como dilapidamos nuestra principal fuente de ingresos por meros caprichos bananeros. Si pongo en antecedentes a un ciudadano europeo de los hechos ocurridos en mi país en las últimas semanas, no se lo podría creer.
 
Es decir, si tú ves como cuatro jóvenes sin conciencia ni social ni cultural, destruyen todo aquello relacionado con el turismo, sean restaurantes o empresas de alquiler de vehículos, te pondrías a pensar en lo mentalmente retorcido del hecho.
 
Si comienza en Cataluña, origen y cuna del turismo reconocido, de la gastronomía selecta, de los paisajes de postal, no quiero pensar el día que llegue al último pueblo perdido de nuestra extensa Península Ibérica. Península que ofreciéndonos buenos manjares, puestas de sol inimaginables, véase Menorca o Ibiza, ó ciudades históricas dignas de ser vistas, seamos lo suficientemente limitados como para negar su disfrute a los turistas que cada año se acercan a nuestra alicaída patria.
 
Pero para mas INRI, otras comunidades se acogen a esta marcha retrasada, y queman contenedores, destruyen chiringuitos, pegan carteles en contra de los turistas. Algo que no me puede entrar en la cabeza, aun llegando a entender a los vecinos de Magalluf o Lloret de Mar.
 
Además de repulsivo y vomitivo, me pregunto yo que beneficio tienen estos cuatro críos, en destruir, en aniquilar años de trabajo y de dedicación de miles de trabajadores que con su sudor día a día han sido capaces de lograr una estabilidad en sus negocios. ¡Para que vengan a eliminarlo! Como digo, bochornoso.
 
Qué partidos políticos afines a esta capacidad de destruir lo conseguido durante años no denuncien estos hechos, acabáramos en el páramo de la desgracia social. ¡Qué nos espera! Aunque a estas alturas del juego, ya no me sorprende nada.
 
Cuando me pongo a leer el periódico o a ver el telediario, temo el momento que vea que España ha desaparecido, porque estamos a un paso. Cuestionamos todo, denunciamos lo mas vanal, obviamos lo importante, criticamos el paso hacia delante, pero damos dos pasos atrás. Y como no cuidemos lo nuestro, nuestra economía, nuestro pan de cada día, alarmémonos porque el fin de Mundo está cerca.
 
 
 
 
 


viernes, 4 de agosto de 2017

Decálogo de nuestro hoy




Si hoy me preguntaran el por qué de mi afán por escribir, y de mi dilema diario por lo qué escribir y cómo, les respondería que me mueve la verdad, la claridad y la honestidad. Pero también os de decir que nos encontramos en una sociedad en la que hay que tener mucho cuidado al expresarse, porque cada vez somos mas vulnerables y nos hiere cualquier comentario con facilidad, por lo que un servidor anda equilibrando la balanza de la palabra para escribiros día a día.
 
Con ello os voy a enumerar 10 puntos que creo nos vendrá a todos bien para entender un poco este mundo tan frenético como cambiante:
 
  1. Habla claro y evita dar lecciones
  2. No te creas dueño de la verdad, siempre hay variantes
  3. No critiques
  4. No te inmiscuyas en la vida de los demás
  5. Camina solo, los acompañantes vienen y van
  6. No aconsejes a no ser que te lo pidan
  7. Acelera tu ritmo de vida que para frenar hay tiempo
  8. Descansa, lee, instrúyete, no seas un indocumentado de la vida
  9. Aleja las malas compañías y quédate con quién merezca la pena
  10. Y ante todo, ayuda sin pedir nada a cambio, pero no eches nada en cara  a nadie
 
¡Y a vivir que son dos días!